Sin ningún tipo de duda, Morante ha sido uno de los nombres propios de la temporada. Parco en palabras, poco amigo de las entrevistas, el maestro de La Puebla habló con capote y muleta en un año en el que acabó toreando mucho, casi sesenta tardes. Superando una suerte pésima en los sorteos, su tauromaquia y un valor cada vez más afianzado dieron pie a que suyas fueran muchas de las obras cumbre de un 2010 en el que su cotización, la de su arte, ha superado todas las previsiones.
Jerez, Nimes, Madrid, Badajoz, El Puerto o Barcelona, testigos de la madurez, valor y torería de un diestro en plenitud
La pésima fortuna en los sorteos impidió que Morante triunfara en otros cosos en un año en el que, por contra, no sufrió ningún percance grave
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