Aunque una lesión le obligó a acabar antes de lo previsto la temporada, en el año de su vigesimoquinto aniversario de alternativa Enrique Ponce ha vuelto a marcar distancias asumiendo con todas las de la ley su papel de figura indiscutible, dentro y fuera del ruedo. Ponce en estado puro. Ha alcanzado el reconocimiento absoluto. Que es un torero de época ya no hay quien lo ponga en duda. Pero no se conforma, quiere más y más porque ante todo, asegura que se siente torero y eso no hay quien se lo arrebate. Pero... ¿hasta cuándo? Ni él mismo sabe dónde está su fin, ni el de su carrera ni el de su tauromaquia, que sigue creciendo en su parte más espiritual, según cuenta el de Chiva en estas mismas páginas.
- “Me he probado en el campo y aún no estoy bien de la pierna. Con todo mi dolor, no voy a poder estar en La México el 15. Espero estar listo para Lima”
- “Hay que darle paso a los jóvenes, siempre fue así. Pero... hay que dar la cara y dar motivos para estar en esos carteles”
- “Hace poco me quisieron cortar la cabeza. Ahora tengo un reconocimiento absoluto”
- “Lo más bonito de todo es que la gente me espera después de tantos años”
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