Juan del Álamo y Marco Pérez, alumno de la Escuela de Salamanca que deslumbró a propios y extraños en el tentadero público organizado en La Glorieta la pasada feria al torear una becerra de forma extraordinaria con apenas siete años, tuvieron un encuentro muy especial. Del Álamo le hizo entrega de una muleta a Marco, quien a su vez le dio una foto suya. Ambos son nacidos en Ciudad Rodrigo y se profesan una gran admiración mutua. Un encuentro entre el presente y el futuro del toreo.

