Debido a unos problemas de salud derivados de una caída en 2002, Antonio Domecq pondrá punto final a su carrera el próximo año en la Maestranza de Sevilla. El rejoneador afirma que "tanto el mundo del toro como yo vamos a seguir dándonos mucho".
Todavía faltan unos meses para ese día y aún no se conocen los detalles de cual será el cartel de despedida, pero Antonio Domecq tenía claro porque quería Sevilla y la Maestranza para su último paseíllo. "Por lo que ha significado durante los 23 años que he estado toreando y porque es un sitio maravilloso, una plaza de primera y una afición sensacional", señala el rejoneador sevillano.
De sus palabras se desprende que no ha sido una decisión fácil, "no sabía que esto había que mascarlo tanto, la verdad que ha sido muy difícil y muy meditado. Esto ha sido toda mi vida y lo seguirá siendo", admite. Antonio afirma que durante todo este tiempo ha vivido "sensaciones maravillosas después de 23 años magníficos en los cuales he aprendido mucho y donde he repartido granito a granito mucha afición que es lo más bonito del mundo del toro y del caballo".
El jinete se marcha con la plena satisfacción por todo lo que el mundo del toro y del caballo le ha dado durante estos años, "la vida sigue adelante y tanto el mundo taurino como yo mismo vamos a seguir dándonos mucho. Esto no se ha acabado. Ahora voy a seguir ilusionado con las cosas que se me vayan poniendo delante y disfrutar con los que no han podido hacer durante este tiempo como son mis hijos, mi mujer y mi familia", y añade: "siempre he sentido el cariño de los compañeros y aficionados e imagino que cuando se vaya acercando el día lo notaré aún más".

