¡La que nos espera! Tal parece que nos hubiera mirado un tuerto. Eso por si alguien creía que con la fumigación electoral del “tripartito” –lagarto, lagarto- las cosas iban a mejorar para el toreo...
¡La que nos espera! Tal parece que nos hubiera mirado un tuerto. Eso por si alguien creía que con la fumigación electoral del "tripartito" –lagarto, lagarto- las cosas iban a mejorar para el toreo. ¿Organizamos otra ronda de visitas de los "siete magníficos" a los políticos, o sacamos en rogativa a San Apapucio obispo patrón de los ingenuos? Ya lo han visto, la moción para que TVE transmita al menos diez corridas de toros al año (10) y para que los órganos informativos públicos ofrezcan información taurina, ha sido rechazada con los votos del PSOE y CiU, reciente triunfadora de las elecciones catalanas, ¿recuerdan?, y tenida, por los que van por la vida con el lirio en la mano, como el nacionalismo moderado. Que Santa Lucia les conserve los juanetes porque lo que es la vista la tienen hecha polvo. El "pujolismo" fue quien a lo largo de veinte años, con la beata visión de eternidad que caracteriza a sus "gurus", venía preparando el terreno para cargarse los toros en Cataluña. Montilla y Carod Rovira simplemente le han hecho el trabajo sucio. Así es que; aviso a los navegantes. A los toros en Cataluña ya no los salva ni la Virgen de Montserrat vestida de corto. Con Arturito Mas mandando, ante los aficionados de la patria de Pompeu i Fabra se abre un horizonte más negro que la conciencia del inventor de la guillotina.
Nada de sacar a relucir todos los trapos sucios de las operaciones Pretoria y Palau, nada que decir del 3% que decía Maragall –que es el 20 o el 30-, y nada de reducir el rollo macabeo de la multiplicación por 17 de las administraciones –con su correspondientes enchufados y amiguetes que las duplican. Y que ustedes y yo pagamos. La santa cruzada ahora no apunta a la corrupción, a la desvergüenza política ni a poner freno a la crisis económica que nos acoquina. Hay que atizarle leña al mono del toreo hasta que hable inglés. Así es que ya saben, no tenemos otro modo de defendernos que utilizando las papeletas electorales como papel higiénico, y que los vote la antitaurina madre que los parió.
