Siento decepción por el día de JT en Ciudad de México. Una decepción post parto. Pero que nadie piense que me refiero a una decepción o frustración causada porque Tomás no haya triunfado. En absoluto. Siento frustración por la percepción de ese día, de lo que pasó. Una frustración por sentimiento. Mi apego al toreo no es por el apego al éxito. Si así fuera, el fútbol me dará mejores réditos. Tampoco soy partidario de la Tauromaquia por seguir de forma incondicional a uno u otro torero. No soy seguidor de nadie, aunque unos me gusten más que otros. Mi decepción llega al comprobar que para la gran mayoría, el toreo ha de ser el éxito del suyo. Cuanto más Dios, más éxito. Una ecuación que no entra en mi modo de ver el toreo.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2002
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2002 para iPad
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2002 para Android
