El novillero Marco Pérez sufrió dos tremendos volteretones en la novillada que abrió la Feria de Santander. Primero, fue llevado a la enfermería tras quedar inconsciente en el ruedo unos instantes a consecuencia de una durísima voltereta cuando iba a iniciar un quite por gaoneras al segundo.
El percance sobrevino cuando en el quite, nada más citarle, el novillo le cogió de lleno, sin obedecer, arrollándolo y cayendo al suelo el novillero. Cuando intentó levantarse, el utrero volvió a voltearlo con violencia, cayendo nuevamente contra el piso de plaza, y golpeándose la cabeza, quedando noqueado durante unos momentos.
Inmediatamente fue llevado por sus compañeros a la enfermería, donde, ya consciente, fue atendido de diversos golpes en la cara, boca, nariz y mano. Heroico, salió a lidiar al quinto, magullado, sufriendo otro durísimo percance en la faena, y a pesar de ello, siguió toreando hasta cortarle una oreja y sufriendo, además, un corte en el pie con el descabello.