La puesta de largo de Aarón Palacio en Vista Alegre fue con susto incluido. En el quite al primer novillo de Jarocho se apretó por chicuelinas, en la primera no llegó la cogida pero sí en la segunda. Se lo echó al lomo el novillo. Y salió cojeando el novillero. No se amedrentó Palacio, que se echó rodilla en tierra para saludar al suyo y luego le cuajó un recibo arrebatado a la verónica y siguió toreando a su lote pero visiblemente mermado, y con dificultades para apoyar el tobillo derecho, en el que le fue colocado un vendaje.