El Alfarero de Oro llegaba a su fin y lo hacía por todo lo alto, con una rúbrica acorde con un ciclo que ha estado envuelto de polémica, pero que como siempre, todo se apagó en cuanto salieron los diferentes novillos, el que da y quita verdaderamente sin entender de leyes y normas.
Un desafío ganadero aguardaba en los corrales para la última cita, seis encastes antológicos tan llenos de historia como de personalidad propia: Miura, Cuadri, Partido de Resina, Victorino Martín, Prieto de la Cal y Conde de Mayalde.
La tarde, no defraudó, los novilleros cada uno con sus armas y conceptos rallaron a gran altura, los animales cumplieron con creces ofreciendo un gran espectáculo. Lo más destacado sucedió en el sexto, un feliz encuentro para el deleite de todos los aficionados:
Salió Escultor, nº 19, de Conde de Mayalde. Desde el primer momento los augurios eran inmejorables, se movió con son y compás y humilló en los burladeros. Se abrió en el capote de Miguel Aguilar y a partir de aquí, todo fue bravura, movilidad y mucha trasmisión. En el tercio de varas empujó con creces y se arrancó de largo al caballo.
Con la muleta lo cuajó Aguilar con la mano muy baja y tirando de las embestidas de principio a fin ante los hondos y grandes olés del coso de la Sagra que retumbaban en el propio Toledo como los suaves toques de la maravillosa banda de música. La faena tuvo el acople necesario, la plena compenetración entre toro y torero. Se produjo la sinfonía entre la eternidad de la bravura del animal y un torero en sazón que la entendió a la perfección.
Un feliz final de un gran Alfarero, donde lo fundamental e importante, ocurrió sobre el amarillo albero.
Villaseca de la Sagra, domingo 12 de septiembre de 2021. Sexta novillada del Alfarero de Oro. Desafío ganadero. Novillos de Miura, Cuadri, Partido de Resina, Victorino Martín, Prieto de la Cal y Conde de Mayalde. El sexto, de Conde de Mayalde, nº 19 de nombre Escultor, fue extraordinario y se le concedió una merecidísima vuelta al ruedo. José Cabrera, silencio y silencio tras aviso; Cristian Pérez, silencio tras aviso y silencio tras aviso; y Miguel Aguilar, silencio y oreja. Entrada: Lleno dentro del aforo permitido.
