Por fin buenas noticias. Gran noticia habría que decir. Después de todo un invierno de ruido de sables en los despachos, fuego de comunicados y desplantes varios, frustraciones y otros altercados administrativos, saltó una noticia para el gozo. Joselito anuncia por sorpresa su vuelta a los ruedos… Y aunque sea por una tarde se ha adueñado del firmamento taurino. Se agradece el respiro. Impactos así en medio del ajetreo actual me suenan a mí y a muchos, a clasicismo, a toreo, a ilusión… En realidad a lo que ha sido el toreo de toda la vida. Hacían mucha falta… las tres cuestiones, el toreo, el clasicismo y la ilusión.