Carteles fuertes donde se combinaban por partida doble a las figuras del toreo con ganaderías de postín, precios atractivos, ilusión, constancia, innovación y trabajo, esos han sido los ingredientes que ha utilizado la empresa de Albacete para hacer de la feria de la Virgen de los Llanos un bastión y un ejemplo de hacía donde deben encaminarse los esfuerzos del empresariado taurino.
Carteles fuertes donde se combinaban por partida doble a las figuras del toreo con ganaderías de postín, precios atractivos, ilusión, constancia, innovación y trabajo, esos han sido los ingredientes que ha utilizado la empresa de Albacete para hacer de la feria de la Virgen de los Llanos un bastión y un ejemplo de hacía donde deben encaminarse los esfuerzos del empresariado taurino. Lejos de pensar en reducir, se ha aplicado la inversión y la promoción. Un grupo de trabajo formado por Luis Manuel y Pablo Lozano, junto con Manuel Caballero y Manuel Amador, que han aplicado la fórmula del sentido común y las reglas de juego que siempre tuvo la gestión de este espectáculo. El mérito radica en llevarlas a efecto y en lograr un ciclo triunfal y ejemplar.
- Luis Manuel Lozano: “Cuando se trabaja en una dirección y se tira de lógica y de afición, al final lo resultados llegan y se ajustan a lo esperado”
- Luis Manuel Lozano: “Albacete era hasta no hace mucho una plaza antipática para las figuras y ahora vienen casi todos, incluso algunos dos tardes”
(Foto: Fran Jiménez)
