"Lo he dado todo, le he ganado el paso para adelante, he estado bien colocado y centrado con el toro", afirmaba Alberto Aguilar tras lidiar al tercero a nuestros compañeros de Canal Plus. El torero mereció la oreja de un ejemplar que "salía desentendido del muletazo y ha dicho poquito" aunque "no ha sido mal toro". "He hecho lo que he podido: muleta adelante, pocos enganchones y temple", comentaba el diestro desde el callejón de Las Ventas.
Rafaelillo, tras lidiar al primero, comentaba: "Con el capote ya ha marcado su condición. No humillaba, soltaba la cara, embestía descompuesto… Se le han hecho bien las cosas, se le ha cuidado, pero no tenía buena condición. Ha sido una pena, qué le vamos a hacer". Mató al cuarto, que tuvo "cosas buenas" si bien "en los momentos claves se paraba", por lo que su faena "no ha podido tener continuidad".
Robleño, que se escapó de milagro de la cogida en su primero, decía: "Joder, madre mía, ha sido de la agonía de la muerte porque luego ha caído patas arriba; he tenido suerte, sí. Me he tirado a matarlo y lo he matado bien, era lo que me quedaba por intentar. Para no quedarme con la espinita he cogido la mano izquierda, pero por el pitón derecho tenía más claridad en su embestida. El defecto era que tenía una salida deslucida y por arriba, además de que se abría mucho y te dejaba descolocado". Al quinto, "lo he visto muy difícil, era muy mirón, tenía el defecto de que escarbaba y no sabías cuándo te podía venir. Había que estar muy tapado y era complicado ligarle porque como tienden a irse te quedas descolocado".
