El Ayuntamiento de Burgos ha tomado la decisión de aplazar la Feria de San Pedro a la última semana de agosto, del 27 al 30. Un cambio que ha sido bien acogido por la actual gestora de la plaza de toros, Tauroemoción, que de esta manera alberga esperanzas de poder celebrar la feria taurina.
Tauroemoción está en contacto con el consistorio para decidir la mejor fórmula, puesto que la empresa aboga, teniendo en cuenta la nueva situación económica y social, por un ciclo más reducido, de dos o tres festejos, en el que se apueste por la calidad en los carteles, algo que deberá consensuar con el Ayuntamiento burgalés.
“Tenemos que hablar con el Ayuntamiento y con las peñas para ponernos todos de acuerdo. Lo único que sabemos es que hay que hacer una feria más reducida, de tres o cuatro corridas de toros con categoría. Las ganaderías serán tres o cuatro, si vamos a ese número, de las que ya teníamos anunciadas para junio. Y en cuanto a los toreros, no habrá tampoco inconveniente en llevar a espadas de máximo nivel”, asegura el empresario de la plaza de Burgos, Alberto García, que ya trabaja para programar una mini feria a finales de agosto.
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