Alejandro Adame, única oreja en Algemesí

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Fotos: MATEO

Abrió plaza un novillo cuajado y bien hecho de Fernando Peña. Se empleó en el caballo, desarrolló nobleza y repitió en la muleta de Rafael González, que cuajó una faena ligada y abundante en su primera mitad. Acortó distancias y entre los pitones, sin enmendar la planta, consiguió conectar con el público. Falló reiteradamente con la espada, siendo silenciado.

El burraco que hizo segundo fue otro utrero con volumen y cuajo. Un torete. Castigado en dos puyazos en el peto. Alejandro Adame, tras una apertura más explosiva que brillante con cambiados por la espalda y una arrucina, quiso hacer todo con gusto y temple aunque no siempre lo consiguió frente a un animal de buena condición pero a menos. Lo más logrado surgió en una serie al natural, enganchada adelante y rematada por debajo de la pala del pitón. La asignatura de la espada necesita mejorarla.

El tercero se movió mucho pero sin la franqueza de sus hermanos. Desarrolló cierta aspereza aunque permitió una faena larga de Rafael González en la que le buscó las vueltas y no se aburrió. Muy dispuesto el madrileño. Un derrote seco le alcanzó la pantorrilla izquierda. Pese a la herida, ni se miró y aguantó hasta dar muerte al animal. La entrega de González no tuvo premio por el fallo con la espada.

El castaño que cerró la tarde resultó manejable pero le faltó desplazarse más por ambos pitones y rebosarse en la muleta de Adame. De escaso recorrido. Brindó a Santiago López, largo el parlamento. Lo intentó voluntarioso sobre las dos manos el menor de la saga Adame en un trasteo de muchos muletazos, más esforzado que lucido. Manejó de nuevo mal la espada aunque eso no fue impedimento para que el palco le premiara con una oreja.

Algemesí (Valencia). Viernes 28 de septiembre de 2018. Setmana de Bous. Novillos de Fernando Peña, bien hechos, con cuajo y remate, variados de pelaje. De buena condición, los mejores del envío, primero y segundo. Rafael González, silencio y ovación con saludos tras aviso; Alejandro Adame, silencio tras aviso y oreja. Entrada: Casi lleno.

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