Alejandro Mora, alumno de la Escuela Taurina de Salamanca, resultó herido de máxima gravedad el 21 de agosto en Alba de Tormes. Hasta veinte días permaneció ingresado en el Hospital Clínico Universitario de la capital charra, con una cornada en el ano que le provocó graves destrozos en la vejiga, perforación del recto y le llegó a alcanzar el hígado. Tras ser dado de alta, todavía siguió diez días más en casa sin apenas moverse y con una sonda en la vejiga. Fue sin duda la cornada más seria de la temporada y la sufrió un novillero sin picadores.
Dos meses y medio después del percance, Alejandro Mora ya ha vuelto a entrenar de salón y su estado es muy favorable, tal y como él mismo asegura: “Ya estoy muy bien. Hace un par de semanas pasé la última revisión médica y estoy perfecto de todo y sin secuela alguna”, admite el torero, quien ya ha comenzado con el ejercicio físico y el toreo de salón. “Voy poco a poco, cada día subo de intensidad y voy encontrándome mejor. Ya he comenzado a torear de salón con capote y muleta, aunque se me carga mucho el cuerpo, pero es normal, son dos meses sin coger los avíos”.
Asegura que la cornada no le ha quitado ni ilusión ni ganas por seguir luchando en esta profesión. “Lo tengo claro, quiero ser torero y ya tengo ganas de volver a torear”, explica muy convencido este joven de 19 años, inscrito en la Escuela Taurina de Salamanca y sobrino del matador de toros Juan Mora.
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Alejandro Mora, sin secuelas, ya torea de salón
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