Algeciras abre sus XXXVIII jornadas taurinas con un emotivo pregón

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Este martes, con un cartel de "No hay billetes", arrancaron las XXXVIII Jornadas de Tauromaquia Ciudad de Algeciras. El claustro del Museo Municipal se llenó de profesionales y gente del toro, aficionados y amantes de la Fiesta, para dar comienzo a estas tradicionales jornadas taurinas, que son la antesala a la Feria Real de este mes de junio. Al acto asistieron el primer teniente de alcalde, Jacinto Muñoz; la teniente de alcalde delegada de Feria y Fiestas, Juana Cid; las tenientes de alcaldes delegadas de Cultura, Pilar Pinto; de Igualdad y Bienestar Social, Paula Conesa; y de Economía y Hacienda, María Solanes; los concejales delegados de Parques y Jardines, Ángel Martínez; de Comercio, Sabina Quiles; y de Fomento Económico y Empleo, Álvaro Márquez; el subdelegado de la Junta de Andalucía en el Campo de Gibraltar, Javier Ros; la delegada territorial de Salud y Consumo, Eva Pajares; y el empresario de la plaza de toros de Las Palomas, Carmelo García. Además cabe resaltar la figura del maestro Francisco Ruiz Miguel.

El telón se alzó con el XIV Pregón Taurino, que protagonizó el periodista sevillano Emilio Trigo. El pregonero realizó un amplio recorrido por la extensa historia taurina de Algeciras y de sus diferentes plazas de toros -amenizado por el gran guitarrista Salvador Andrades- así como también destacó en su alocución la decisiva aportación del maestro Miguel Mateo "Miguelín" a la tauromaquia en la ciudad.

De igual forma, se refirió durante el pregón a la singular situación geográfica de Algeciras, que contribuye sin duda a forjar el carácter de los lugareños, abiertos al mundo y acogedores. La sensacional labor que viene desarrollando desde hace décadas la Escuela de Tauromaquia algecireña, la histórica faena de José María Manzanares al toro Andadoso de Núñez del Cuvillo en el año 2005 o la perfecta conjunción entre madurez y juventud de los carteles de la Feria Real 2025, fueron otros de los temas abordados, además, también se rindió culto al rey de la dehesa: el toro bravo.

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