Roca Rey y Emilio de Justo abrieron la Puerta Grande esta tarde en Almodóvar del Campo (Ciudad Real). Brilló el mando del peruano frente al sexto, falto de clase pero con emoción al que se impuso hasta cortarle las dos orejas. Gustó el toreo al natural del extremeño con el gran cuarto, mientras que fue monumental el toreo de Juan Ortega con el segundo.
Apostó Roca Rey frente al sexto, que se movió falto de clase pero con emoción. Le plantó cara el peruano en una faena meritoria de mando que los tendidos premiaron con la concesión de las dos orejas. Antes, el peruano no anduvo cómodo con el tercero, que soltaba la cara y embestía algo por dentro. También se sumó el viento ocasional. Tampoco acertó con los aceros, manejados sin excesiva confianza. Silencio.
El cuarto fue un gran toro que fue arrastrado sin las dos orejas después de que Emilio de Justo compusiera una faena de menos a más, con dos tandas al natural que fueron lo mejor. Siendo una faena de buen nivel, el toro podría haber vuelto al campo quizás con un planteamiento más ambicioso.
Abrió plaza un toro bien presentado de Loreto Charro que se dejó mucho, tanto en el capote, con un recibo abundante y notable, como en la muleta. Emilio de Justo pinchó una faena con fases intermitentes de gran estética y otras de menor ajuste. El cenit lo alcanzó en la tanda final al natural con la mano derecha, si bien perdió trofeo o trofeos al pinchar. Ovación con saludos.
El segundo tuvo menos clase que el primero, por lo que Juan Ortega optó por extraer los muletazos de uno a uno, y fueron monumentales, llevándolo cosido a la muleta. Además mató a la primera y a sus manos fue una oreja. El quinto fue un toro deslucido de Loreto Charro que tuvo movimiento desordenado, impidiendo hacer el toreo, por lo que Juan Ortega lo intentó sin lucimiento y sin ponerse pesado. Silencio.
Almodóvar del Campo (Ciudad Real), miércoles 13 de septiembre. Toros de Loreto Charro, desiguales de presentación. Con movimiento aunque faltos de clase tercero, quinto y sexto. Bueno el primero. Muy bueno el cuarto y manejable el segundo. Emilio de Justo, ovación y dos orejas; Juan Ortega, oreja y silencio; Roca Rey, silencio y dos orejas. Entrada: Lleno.
