Cuatro tardes lleva sumadas Álvaro Lorenzo esta temporada y cuatro salidas a hombros. Pleno del toledano, que crece sobre la base de un clasicismo innato. Por encima del dato, las sensaciones y la dimensión que está ofreciendo este novillero de concepto señorial y demostrada capacidad. Las cuatro novilladas han sido en escenarios importantes y con argumentos. “Eso es lo que vamos buscando tanto mis apoderados como yo. No se trata de torear por torear sino de dar un sentido a las cosas, que haya siempre una respuesta para un interrogante. Hay pocas novilladas y muchas ganas de torear pero los pasos deben ser firmes y seguros”, asegura el torero en una interesante entrevista publicada esta semana en Aplausos, en la que se sincera sobre su concepto y filosofía de vivir su profesión.
“Por mí todos los días mataría una novillada. Al final soy un novillero que tiene las ansias lógicas de querer demostrar todo muy rápido y eso a la larga es siempre un error. Las prisas no son buenas. Pero para eso están mis apoderados que son los que saben frenar esas ganas y marcar los tiempos”, añade.
Álvaro Lorenzo explica la necesidad de no dar nunca un paso en falso, “ni quiero ni me lo puedo permitir. Cada tarde es una oportunidad de demostrar mis condiciones. Cada día es un examen”.
Lea la entrevista completa en el número 1.964 de su Revista APLAUSOS
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