Álvaro Serrano le cortó las dos orejas al tercero, un novillo de Baltasar Ibán de vuelta al ruedo con el que firmó una faena de alto nivel ante un astado que tuvo la virtud de la emoción en sus acometidas. Muy generoso, el novillero de Navas del Rey enseñó siempre esas buenas cualidades de su oponente, luciéndolo en la larga distancia en una labor de mucha ligazón y de gran intensidad. Remató además de una estocada que hizo rodar al utrero sin puntilla siendo premiado el novillo con la vuelta al ruedo cortando Serrano las dos orejas con muchísima fuerza.