El diestro Clemente sufrió una angustiosa cogida cuando finalizaba la faena de muleta al primer toro de Victoriano del Río en la primera de San Isidro. El francés fue prendido por la manga de la chaquetilla, siendo zarandeado con violencia y girando por completo su cuerpo prendido del pitón en una feísima voltereta en la que también le prendió por la cara posterior del muslo izquierdo, rompiendo la taleguilla.
Muy firme y con tremendo valor, el torero se rehizo y siguió toreando hasta darle muerte en una labor de gran mérito en la que además logró extraer tandas de torería por ambas manos. finalmente no pasó a la enfermería y todo quedó en apariencia en los duros golpes.