LISBOA

Apoteósico adiós de Juan José Padilla en Campo Pequeno

El diestro jerezano, que llenó y abrió la puerta grande, se despidió de la afición portuguesa en una noche repleta de emociones a pesar del escaso juego de los toros
Andrade Guerra
viernes 21 de septiembre de 2018

Fotos: JOAO SILVA

Finalizó, como no podía ser menos, en apoteosis la despedida de Juan José Padilla de Campo Pequeno. Noche de emociones fuertes, donde los aficionados supieron reconocer la importante trayectoria del Ciclón de Jerez quien, en los últimos años, se convirtió en un auténtico ídolo en Lisboa cruzando tres veces la puerta grande a hombros, cifra a la que añadió la conquistada en este festejo.

Sí, hubo triunfo y merecido, aunque distintamente valorado por el gran público y los aficionados. Padilla arrebató a la multitud con sus ganas desbordantes, sus adornos y sus alardes de valor. Pero, más allá de eso, lo que quedará en el recuerdo de los aficionados es la capacidad lidiadora del veterano maestro, patente sobre todo en los primeros tramos de las faenas, que hubo de inventar sacando partido de dos mansos sin opciones de brillantez. Los inicios fueron muy similares: largas series de pases por bajo, templados y dominadores, alargando las tibias embestidas de ambos toros para después rubricar tandas mayoritariamente por el lado derecho, cuatro o cinco en cada faena… cuando muchos creían que no íbamos a ver un pase. No hubo, ni podía haber, exquisitez estética sino torería, entrega y honestidad profesional, calando fuerte en los tendidos que ovacionaron con justicia esta actuación definitiva. El Pirata venció su última batalla en Portugal.

DUARTE PINTO GOLPEA DE NUEVO

Duarte Pinto volvió a entusiasmar, aunque sin alcanzar las cotas extraordinarias de su anterior comparecencia en la Monumental, donde rubricó la mejor lidia ecuestre de la temporada. A punto estuvo de repetirlo, dibujando una magnífica faena clásica ante el quinto toro, cumplidor y exigente. Pinto lo lidió con depurada técnica y cadenciosos modos. Una vez más, evidenció la pureza de su toreo. Todo lo hace con verdad, desde el cite de largo a las entradas de frente al ralentí, hasta consumar suertes de nota alta. Anduvo muy correcto con el segundo, que no transmitía, quitando emoción a los lances.

Joao Moura Caetano se enfrentó al peor lote de la parte ecuestre, aunque pudo lucirse en la lidia del que rompió plaza, un toro noble sin chispa. Caetano lo templó con sabiduría y diseñó las suertes con el buen gusto que le ha convertido en uno de los triunfadores de la temporada. Faena de mérito pero de escasa emoción. Peor era el cuarto, un manso de embestidas inciertas, que creó múltiples dificultades al caballero. Labor positiva del jinete, que buscó con afinco un triunfo imposible.

Siempre emotiva la eterna competencia entre los prestigiosos forcados amadores de Santarém y de Montemor. Esta vez ganó la partida el grupo de Montemor, que ejecutó dos estupendas pegas de cara, por intermedio de Joao da Camara e Bissaya Barreto.

Lisboa (Portugal). Jueves, 20 de septiembre de 2018. Toros de Vinhas, para rejones, bien presentados, nobles pero sosos; y de Varela Crujo, correctos de presentación, mansos. Joao Moura Caetano, vuelta y silencio; Duarte Pinto, vuelta y vuelta; Juan José Padilla, dos vueltas y dos vueltas. Joao Ferreira saludó en banderillas en el sexto. Entrada: Lleno. Al iniciarse el festejo, la empresa rindió un homenaje a Padilla, que recogió una atronadora ovación en los medios.

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