Cinco socios privados, liderados por los hermanos Obrador, una familia muy conocida en los ambientes taurinos de Mallorca, junto al notario Luis Bustillo, han comprado al empresario Pedro Balañá la plaza de toros de Felanitx, que lleva cerrada desde 2008, fecha en que se celebró la última novillada.
La adquisición supone un paso decisivo hacia la recuperación de La Macarena, en lamentable estado de abandono y ruinas por parte de la dejadez de los distintos ayuntamientos de distinto signo de las últimas dos décadas. Aunque aún no se ha confirmado si volverán a celebrarse espectáculos taurinos, pero sí se ha hecho pública la intención de rehabilitar el recinto como espacio cultural y social, según informa Vadebraus.
La venta se ha formalizado después de la controvertida retirada de la cláusula que obligaba a la empresa Balañá a organizar una corrida de toros anual en la plaza La Macarena por parte del ayuntamiento el pasado mes de junio.
Basándose en un informe jurídico de Antoni Bennasar Moyá, el pleno del consistorio descartó entonces las opciones de litigar para revertir la plaza al municipio o instar al propietario a remodelarla y organizar una novillada anual, ya que la cláusula, incluida en la escritura original de compraventa de los años 70, establecía que el propietario debía dar un festejo el día de San Agustín y de no hacerlo, la plaza volvería a manos del municipio.
Aquella votación obtuvo ocho votos a favor del PP y dos del PI, con cuatro abstenciones del BLOC, dos del PSIB (PSOE) y un voto en contra de VOX, lo que daba luz verde a su propietario, Pedro Balañá, para vender el inmueble por un precio de 400.000 euros.
Una sociedad de inversores mostró interés en comprar la plaza y presionó al ayuntamiento para eliminar la cláusula, puesto que los planes del consistorio no incluían usos taurinos ni de ocio o culturales, a pesar de que la alcaldesa Catalina Soler negó este extremo e incluso que la citada cláusula existiera, hasta que, hace unos meses, el ayuntamiento que ella preside acordó retirarla y se iniciaron los trámites para la compra del emblemático edificio, tan añorado por los aficionados taurinos.
Por el momento, la iniciativa privada de esta familia será la que recupere este emblemático espacio de Felanitx. Solo el tiempo dirá si los toros vuelven a La Macarena en el futuro.