Mientras los aficionados pateamos de rabia, aguantamos ofensas y palabras soeces de los antis, defendemos la Tauromaquia, mientras que hacemos todo esto, ¿a qué esperan todos los estamentos taurinos para unirse de una vez y hacer un frente común ante tantas agresiones y desafueros?
Día tras día, nos enteramos de cómo los ayuntamientos de muchas ciudades y pueblos de España se declaran en contra de la fiesta de los toros, sacan leyes, prohiben y legislan en contra del más bello y cultural espectáculo español, declarado por el Congreso de los Diputados, Patrimonio Cultural de la nación española, sin que se alce una voz por parte del Gobierno para decir basta ante tanto despropósito, aunque se sepa que lo que están haciendo es totalmente ilegal. ¿A qué están esperando? Pero si de sobran saben que todas las "iniciativas contrarias a la Tauromaquia que están legislando alcaldes, concejales y gobiernos autonómicos son manifiestamente ilegales y entrañan en principio, responsabilidades penales y civiles, tanto a nivel personal como corporativo, por violentar leyes nacionales e incluso preceptos constitucionales”, tal y como informaba la Asociación Internacional de Tauromaquia a todas los entidades taurinas de España para su información el pasado mes de junio.
Los aficionados a la fiesta taurina en España sumamos unos cuantos millones y creo que sus demandas a favor de la Tauromaquia merecen ser atendidas por parte del Gobierno, o es que quizás están esperando a estar en la oposición, para acordarse de sus deberes con un espectáculo que ellos mismos han elevado al rango de Patrimonio Cultural, le han otorgado categoría de Bellas Artes, conceden anualmente la Medalla de Oro al mérito taurino y han reconocido a la Tauromaquia como manifestación cultural de la nación de tal forma que la han incluido en el ministerio de Cultura. Con todos estos reconocimientos, no se entiende como un año más se han olvidado de que la Tauromaquia existe y la han dejado fuera de la partida destinada a Cultura en los Presupuestos Generales del Estado que presentó el ministro Montoro días atrás en la Carrera de San Jerónimo. La Tauromaquia es el segundo espectáculo de masas que más aporta a las arcas del Estado en concepto de IVA e IRPF y lo dejan sin un euro. ¡Toma ya! Justicia retributiva, como diría el cuervo de un célebre ventrílocuo.
Y mientras los aficionados pateamos de rabia, presentamos denuncias en juzgados por incitación al odio y la violencia, aguantamos ofensas y palabras soeces de los antis, defendemos la Tauromaquia, mientras que hacemos todo esto, ¿a qué esperan todos los estamentos taurinos para unirse de una vez y hacer un frente común ante tantas agresiones y desafueros? Quizás a que nos partamos la cara por todos ellos además de dejarnos nuestros dineros en taquilla. Ya está bien, movilícense y planten cara a la situación que vivimos. Los aficionados se lo están demandando y créanme que se están cansando ante tanta pasividad.

