La temporada 2016 será muy similar para Alcurrucén con respecto a la última de 2015. Las cifras en esta ganadería están muy uniformes en los últimos años y volverá a ser base de las grandes citas del curso. “Iremos a Madrid con dos corridas de toros como el año pasado y en cambio no iremos con la tercera que solía ser del hierro de El Cortijillo porque no tenemos corrida”, explica José Luis Lozano en una amplia entrevista que le realiza nuestro compañero Íñigo Crespo y que publica la edición impresa de Aplausos en su primer "extra" de ganaderías esta semana.
“Volveremos a Sevilla de nuevo a la feria de San Miguel y a la Semana Grande de Bilbao. Como novedad, esta temporada regresamos dos tardes a Francia, en concreto a las plazas de Bayona y Mont de Marsan”, subraya el ganadero, quien expone otras plazas en las que ondearán los colores de la divisa manchega en el presente curso: “Iremos a Albacete, Pontevedra, Roquetas de Mar y con toda probabilidad estaremos también en Zamora, además de otras plazas que a fecha de hoy todavía faltan por concretarse. Apunta un buen año”, augura el ganadero.
UN TORO DE PRIMERA
“Nuestra intención es tener preparados toros que sirvan no sólo para lidiar en plazas de primera sino que por sus hechuras satisfagan al público; a partir de ahí, la idea es que los toros salgan buenos aunque no siempre se consigue estar al nivel de este año que hemos lidiado corridas importantes en plazas como Valencia, Madrid, Sevilla o Bilbao, por ejemplo”, explica.
En esa garantía de Alcurrucén como animal de importancia en plazas de primera categoría radica una de las grandes aportaciones de la familia Lozano al clásico toro de Núñez. “Es verdad que nosotros hemos dado un paso más hacia adelante en ese sentido por nuestro afán de lidiar en las grandes plazas”, sostiene Lozano. “Para lidiar en esas plazas tienes que trabajar buscando un tipo de toro muy concreto, cualquiera no sirve. De hecho, Carlos Núñez solía lidiar en Sevilla, bastante menos en Madrid y prácticamente nada en Bilbao. Y nosotros ahora somos casi fijos en esas tres plazas debido a que hemos logrado criar un toro para esas plazas”, recuerda antes de revelar las claves de cómo se consigue ese objetivo más allá de una simple selección por hechuras: “La alimentación es muy importante para subir el tamaño. Recuerdo que el viejo Antonio Pérez solía decir que existen dos clases de animales: los que comen y los que no. Nosotros queremos que los nuestros sean de los primeros para que se rematen. Si se fijan los aficionados, el toro de Alcurrucén no es un toro grande, es un toro fuerte y bien alimentado desde que de erales o utreros vemos si tienen hechuras para las grandes plazas”.
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