Fotos: JOSÉ LUIS CÁRDENAS
Bajo el título “Ganadería Jandilla. Cuarenta años de bravura en el campo español” se celebró la segunda charla coloquio de las XVIII Jornadas Taurinas de Villaseca de la Sagra con un lleno en el salón de actos de la localidad toledana. En el mismo estuvieron presentes los ganaderos Borja Domecq Solís y su hijo, Borja Domecq Noguera, quienes repasaron el pasado, presente y futuro de su ganadería. “Nuestro padre nos inculcó valores éticos y el enorme sentido de la bravura a todos los hijos”, señaló Borja Domecq Solís.
Una de las grandes ovaciones del acto fue cuando se recordó a Hebreo, un toro lidiado en Madrid que, entre otras cosas, “indica al ganadero hacia dónde llevar su ganadería en base a los gustos que manifiestan”, señaló Borja Domecq Solís. Su hijo, Borja Domecq Noguera, explicó que en su casa “se tientan los sementales cerca de los cuatro años debido a que a medida que aumenta la edad se reducen sus embestidas y así se aprecia más las condiciones del animal”, añadiendo que por eso es favorable al indulto, “por ser la plaza el lugar en el que más se exige al toro y dónde mejor se le puede ver”.
Borja Domecq Solís reconoció que “estamos ante el toro más bravo de la historia”, y agregó: “El riesgo es esencial para llegar al público”. Durante el acto salieron los nombres de Iván Fandiño, muy ligado a la ganadería de Jandilla, y de José Tomás, del que se dijo que “es el torero que más respeta la figura del ganadero”.