Los de Puerto de San Lorenzo jugados el martes 14 de mayo, dieron al traste con un cartel atractivo. Algunos ganaderos se han acostumbrado a criar sus toros pensando solo...
Los de Puerto de San Lorenzo jugados el martes 14 de mayo, dieron al traste con un cartel atractivo. Algunos ganaderos se han acostumbrado a criar sus toros pensando solo en que pasen el reconocimiento en Madrid sin problemas, dado que para el equipo veterinario de Las Ventas el trapío son los solomillos y las amplias y afiladas encornaduras. Por ese sistema se han instalado en el burro grande, ande o no ande. Un toro que después del duro choque con los caballos y los cincuenta capotados en el segundo tercio, llega a la muleta con seis pases y extraídos con fórceps uno a uno. Y eso en Madrid no vale. ¡Cuanto mejor el toro cuajado entre los 480 y los 515 quilos y en el tipo de su encaste sin aspiraciones mastodónticas, que esos animales lentos, renuentes y sin emoción! Pero las bistecs y la exagerada cornamenta son incompatibles con la movilidad. A ver cuando se da cuenta el sector de publico que manda en Las Ventas que es mejor un toro que se mueve incansable cogiendo la muleta por abajo, que los inmóviles toros de piedra de Guisando…
El Cid aprovechó las pocas embestidas de su lote, demostrando una vez más que la suya es una de las mejores izquierdas del toreo actual, y de haber estado más preciso con la espada habría tocado pelo. Daniel Luque lucho contra los elementos (los pupilos del Puerto) poniendo de relieve que es un virtuoso del capote, y con la muleta y la tizona estuvo ambicioso y entregado. Una buena tarde, pese a todo, del de Gerena. El toricantano López Simón estuvo muy valiente y con destellos de buena clase, sobreponiéndose a una descomunal voltereta en el de la confirmación, actitud que repitió en el último de la tarde. De haber manejado los aceros con mayor acierto podría haber conseguido un trofeo en cada uno de sus adversarios, porque el público estuvo toda la tarde con él gracias a su frescura y decisión, no exenta de apuntes de evidente calidad con la franela. Corolario; tarde de tres toreros sin toros.