(Foto: Joserra Lozano)Admite que regresa tras un paréntesis porque necesita volver a sentir el esplendor del toreo. Viene ilusionado y dispuesto a buscar lo mejor de sí mismo, ese es su reto. No hay nada que demostrar a nadie, subraya. No hay objetivos marcados más allá de una felicidad íntima y profunda; el día a día marcará una temporada que arranca en Jerez el próximo sábado y concluirá en Ronda el 5 de septiembre. Avisa que no hay presión, que se medirá consigo mismo y sus ilusiones, pero que no viene de visita. Afirma que falta por verse al mejor Cayetano.
- “Ya dejé claro de lo que puedo ser capaz. No vengo con la intención de demostrar nada, no es lo que me ha traido hasta aquí. Mi primera competencia es conmigo pero que nadie piense que he venido de visita”
- “En algunos momentos tomar distancia y ampliar tu visión sobre las cosas es bueno. Ser torero es algo muy serio y difícil, se requiere una determinación absoluta y concentración máxima. El tiempo te ayuda a tomar mejor las decisiones”
- “Todo fue muy rápido en mi corta trayectoria y las exigencias vinieron desde el principio, compartiendo cartel con las figuras desde novillero. Tuve que tirar de amor propio más que de la experiencia que apenas tenía”
- “Siempre digo que poder volver a torear es un lujo para cualquiera. Por cómo fueron las cosas en la primera etapa tengo ahora la ocasión de estar aquí de nuevo”
- “Pueden ser cinco, diez, quince tardes. Sinceramente no lo sé. Empezaré en Jerez el próximo sábado y la última será en Ronda el 5 de septiembre. Eso seguro”
Lea AQUÍ la entrevista completa en su Revista APLAUSOS Nº 1963
