El novillero daimieleño Carlos Aranda fue herido ayer mientras toreaba en la plaza de toros de Portillo (Toledo). Sufre, según ha confirmado su apoderado Antonio Alegre, "una cornada de 12 centímetros en el muslo derecho, limpia pero que ha dañado el abductor". Alegre señala que el novillero "ha pasado buena noche; tuvo fiebre al principio pero se la controlaron rápidamente" y que el estado general del novillero es "bueno" además de asegurar que el torero ya está pensando en su próximo compromiso del 4 de octubre en Úbeda.
La cornada se produjo cuando Aranda toreaba al segundo eral de la tarde, de Dehesa de Valhondillo, que derrotó en su pierna, volteándole e hiriéndole. El novillero fue atendido en la enfermería de la plaza y trasladado después al Hospital Virgen de la Salud de Toledo, donde ha pasado la noche.

