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Castella, a hombros en su encerrona en Medellín

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE RODRIGO URREGO B.

Fotos: RODRIGO URREGO B.

Sebastián Castella fue obligado a saludar tras romperse el paseíllo. La afición de Medellín reconoció el gesto del galo de encerrarse con seis toros y respondió llenando en tres cuartas partes el coso colombiano. El francés encaró el gesto con seriedad aunque sin el éxito correspondiente a la expectativa.

El primer capítulo de la tarde albergaba esperanzas con un recibo a la verónica de Castella templado y cadencioso. Bien presentado el de Santa Bárbara, tuvo prontitud, sin embargo le faltó fondo, calidad y empuje para desarrollar sus virtudes y por ahí comenzó a enfriarse la cosa en los tendidos. El francés tiró con suavidad de su oponente, ligando algunas series que no calaron ante un toro a menos.

El segundo, con el hierro de Achury Viejo, fue devuelto tras un problema en los cuartos traseros. El sobrero funcionó sin ser bravo, y Castella bordó tres series con la mano izquierda que justificaron la entrada. Alargó sin ton ni son la faena, sobre todo después del recital al natural, siendo reconocido con una oreja.

El que hizo tercero, de Ernesto Gutiérrez, transmitió muy poco. No tuvo opciones Castella en su faena que tan sólo brilló con unos buenos derechazos del comienzo. El cuarto de Achury Viejo dio la cara por el ganadero y se fue con honores de bravo. Completo el compendio, peleó en el caballo de Viloria que lo picó arriba y con arte. No se entendió del todo Castella con el toro. La oreja pareció una concesión gentil del presidente, que confundió entre tanto pañuelo que era lo que pedía el ambiguo público de La Macarena.

El quinto, el otro bueno de la corrida, fue de Santa Bárbara. Dos veces fue al caballo de Clovis Velásquez que lo citó dos veces y lo picó en suerte como los picadores buenos. Un buen quite hizo albergar esperanzas. Tiró de hombría Sebastián Castella, con determinación y actitud, rematando su actuación de una gran estocada. Se le pidió la oreja que el palco concedió, asegurándose de este modo la puerta grande.

Cerró plaza un toro de Ernesto Gutiérrez que se apagó muy pronto y apenas dejó ver la disposición de Castella. Para la memoria quedan pasajes de mucho contenido en esta apuesta del ftorero rancés: quedan las series de naturales rotundos del segundo y la seriedad de su compromiso con el gesto de dar la cara en solitario por cuarta vez en su carrera.

Medellín (Colombia), sábado 11 de febrero de 2016. Toros de Santa Barbára (1º y 5º, aplaudidos en el arrastre), Achury Viejo (4º, de nombre Cautivo, número 20, de 456 kilos, nacido en 08/12 premiado con la vuelta al ruedo; y 5º) y Ernesto Gutiérrez (2º bis, 3º y 6º). Bien presentados y de buen juego en conjunto. Sebastián Castella, como único espada, silencio tras aviso, ovación con saludos, silencio, oreja tras aviso, oreja y silencio tras aviso. Entrada: Más de cuartos de plaza. Sebastián Castella fue obligado a saludar tras romperse el paseíllo. Saludaron Ricardo Santana y Jaime Mejía en el primero y fueron ovacionados los picadores Luis Viloria en el cuarto y Clovis Velásquez en el quinto.