Paquirri cortó una oreja a base de oficio del gran toro de Valdefresno que hizo cuarto.
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Abrió plaza un toro de Juan Pedro Domecq que tuvo nobleza y fue manejable aunque bajito de raza. Paquirri, que banderilleó con suficiencia en dos pares de poder a poder y un tercero al violín, toreó con limpieza, disposición, soltura y facilidad en una labor sin apreturas pero de buena caligrafía. Remató con dos pinchazos y una estocada. El cuarto fue un gran toro de Valdefresno, bueno, con clase, movilidad y fondo. Hasta su lidia sin duda el mejor ejemplar del festejo. El mayor de los Rivera Ordóñez banderilleó con oficio y soltura antes de cuajar una faena de gran continuidad y entrega en la que llegó mucho al público con series ligadas sobre ambas manos, de fácil expresión, en la que no faltaron series mirando al tendido y muletazos rodilla en tierra. Remató todo de una estocada, se concedió un trofeo y llegó a pedirse un segundo. El segundo, de Parladé, fue un toro muy deslucido y parado. Se lo llevó a los medios Sebastián Castella para tratar de hacer romper su embestida hacia adelante pero el empeño que puso no fue suficiente. Dejó un pinchazo y una estocada casi entera. El quinto fue un toro del Puerto de San Lorenzo noble y con fondo. Anduvo muy comprometido con él Sebastián Castella, llevándoselo a los medios y cuajando una faena importante a base de firmeza y buen dominio. Se metió en los terrenos del animal, resolviendo y llevando la emoción al tendido. Mató de media y descabello y obtuvo una oreja de mérito.
El tercero, de Zalduendo, fue un buen toro. Aunque tuvo la duración justa y le faltó fondo se dejó mucho en la muleta de Miguel Ángel Perera, que empujó bien la embestida del animal adelante en una labor de mucha entereza y solidez. Tiró bien del toro con temple y llevando tapada su embestida con acierto. El final por circulares invertidos fue arrogante, de gran seguridad, pero cuando le tenía cortada la oreja falló a espadas, dejando un pinchazo, una estocada y dos descabellos. Fue ovacionado. Deslucido y reservón fue el animal de Los Bayones que cerró plaza, con el que Perera hizo un esfuerzo importante. Apostó por el toro el torero, que le consintió con mucho valor en una faena de gran riesgo en la que incluso llegó a ser volteado. Tenía de nuevo conquistada la oreja pero, una vez más, emborronó todo con la espada de matar. Vitoria, 6 de agosto de 2012. Toros de distintas ganaderías. Primero de Juan Pedro Domecq, noble y manejable; segundo de Parladé, parado y deslucido; tercero de Zalduendo, bueno, justo de fondo; cuarto de Valdefresno, excelente; quinto de Puerto de San Lorenzo, noble, con fondo; sexto de Los Bayones, deslucido, reservón. PAQUIRRI: Silencio y oreja con petición de la segunda; SEBASTIÁN CASTELLA: Silencio y oreja; MIGUEL ÁNGEL PERERA: Saludos y saludos tras aviso. Entrada: Algo más de media plaza.
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Castella y Perera marcan diferencias en Vitoria
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