Cayetano Rivera Ordóñez, ya lo saben, ha anunciado su retirada para final de temporada. Igual que la afición de Valencia se ha quedado sin Feria de Julio, el torero dinástico se ha quedado sin poder despedirse de una de las plazas en la que hacía el paseíllo con la ilusión que generaba de sentirse querido. El haber sido la primera plaza de primera en la que consiguió cortar dos orejas a un gran toro de Niño de la Capea, coincidiendo con su presentación en tan emblemática plaza, hizo que tuviera especial predilección por esta afición. Sin embargo, esta temporada al considerar que la corrida que le ofrecía la empresa para el abono de San José, no se correspondía con la trayectoria que había tenido durante toda su carrera en plaza de tanto significado para él y para su familia, decidió declinar la oferta.
Cuando Cayetano tomó semejante decisión llegó a pensar que en la Feria de Julio podría arreglarse con la empresa, pero al no haber feria por la obras de mejora que la Diputación de Valencia está llevando a cabo, se desvanecieron sus expectativas. Lo que en lo personal e íntimo, he podido conocer del propio torero, le había provocado cierta desazón. Al final, la empresa de Alicante que comanda el joven empresario Nacho Lloret, al contratarlo para el abono de San Juan, cita en la que alternará el día 23, con Morante de la Puebla y Josemari Manzanares, lidiando un encierro de Puerto de San Lorenzo, le aliviaba su pesar sabedor de que son muchos los aficionados del cap i casal que se trasladan a Alicante.
Por su parte, la empresa de Castellón, dentro del programa de las fiestas de San Pedro, ha organizado para el sábado día 28, una monumental corrida para homenajear a uno de los hijos ilustres de tan laboriosa tierra, como es el gran aficionado Manuel Colonques, anunciando a Manzanares, Cayetano y Roca Rey, para lidiar un encierro de la familia Matilla. Lo que para Cayetano ha venido a colmar su anhelo de despedirse de la afición valenciana como le corresponde, en carteles de postín.