GALERÍA FOTOGRÁFICA DE ANDRE VIARD DEL FESTEJO
Fernando Robleño ha salido a hombros, junto al ganadero de José Escolar, tras cortar cuatro orejas -que pudieron ser más- en su encerrona en la plaza de toros de Ceret. El madrileño, que se vació en una tarde plena de sinceridad, capacidad, firmeza y buen toreo, fue sacado en volandas por su cuadrilla ante una plaza y un público entregado. La corrida de Escolar, de excelente presentación, seria y astifina, tuvo tres toros importantes, ovacionados en el arrastre.
El primero de Escolar tuvo emoción, calidad y transmitió en el último tercio. Robleño fundamentó su labor sobre la diestra por donde el toro tuvo mejor condición y humilló más. El madrileño estuvo entregado dejando una estocada de rápido efecto aunque caída.
Bonito y emocionante fue el tercio de varas ejecutado por Gavin al que hizo segundo, un toro reservón y complicado que recibió tres puyazos. Violento y gazapeando, tuvo que consentirle mucho al toro primero para después cuajarle dos templadas tandas al natural. Tras un pinchazo, fue ovacionado.
La faena al tercero estuvo presidida por la facilidad, el aplomo, el valor y la capacidad mostrada por el madrileño ante un toro que empujó en el peto y que resultó exigente y nada fácil. Robleño, entregado y siempre bien colocado y de verdad cuajó una gran serie al natural. Importante. Cortó una oreja tras una gran estocada con petición de la segunda. El respetable, que abroncó al palco, obligó al torero a dar dos vueltas al ruedo.
El cuarto fue un toro parado, con las fuerzas justas y que terminó rajándose. Éste tuvo menos opciones que sus hermanos. Robleño lo lanceó muy bien de capote y con la franela le bajó la mano con gusto. Remató su quehacer de buena estocada tras dos pinchazos.
Tres puyazos recibió el complicado, peligroso y reservón quinto. Robleño se mostró firme, lidiando a la antigua, sobre las piernas. Pasó apuros el madrileño que se libró en un par de ocasiones de ser volteado. El público pidió la oreja, que no fue concedida y dio una vuelta al ruedo.
Otro toro serio e imponente de Escolar -como toda la corrida- puso el broche de oro al festejo. El animal desarrolló nobleza, pero antes el torero madrileño tuvo que poderle y meterlo en la muleta. Faena sentida, vibrante, de mano baja, en la que el torero estuvo a placer. Toreó con gusto y se vació. Se tiró con rectitud a matar, dejando un estoconazo llegando a perder el chaleco. Paseó las dos orejas ante los gritos de ¡Torero, torero! de un público entregado al torero.
Ceret (Francia), domingo 15 de julio de 2012. Toros de José Escolar Gil, bien presentados, serios y astifinos y en el tipo de la casa. 1º, 2º y 6º, ovacionados en el arrastre. Fernando Robleño, como único espada: Oreja, ovación con saludos, oreja con petición de la segunda y dos vueltas al ruedo, ovación con saludos, vuelta al ruedo y dos orejas. Entrada: Lleno.
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