César Jiménez, aplaudido en su regreso a los ruedos

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Por la mañana no hubo acuerdo en el enlotado y se sorteó la corrida toro por toro

El diestro español César Jiménez hizo ayer su regreso a los ruedos en Guadalajara (México) tras ser intervenido del percance que sufriera el pasado mes de agosto durante la Feria de Málaga y fue aplaudido en sus dos turnos. Le acompañaron en el cartel El Payo y Fernando Ochoa, que también escucharon las ovaciones del público frente al desigual encierro de Los Encinos que se jugó en el tercer festejo de feria en el coso del Nuevo Progreso.

Fernando Ochoa fue el único que salió al tercio después de cuajarle una faena de clase y muletazos de calidad al cuarto de la tarde, perdiendo las orejas tras fallar con el acero. Con el que abrió plaza también tuvo momentos importantes pero el de Los Encinos tenía poca fuerza.

Jiménez mostró su sitio y buena técnica tanto con el percal como con la muleta en su primero, con el que cuajó muletazos de calidad, recibiendo palmas tras culminar con una estocada en buen sitio. El quinto de la tarde se despitorró, siendo regresado a los corrales y el primer reserva de Los Encinos también se lastimó en el burladero, por lo que salió el segundo reserva con el hierro de Marco Garfias, que tuvo calidad y recorrido. Frente a él, el madrileño mostró de nuevo sus buenas maneras pero falló de nuevo a espadas.

Buen sabor de boca y conexión con los tendidos mostró Octavio García “El Payo” que, de no ser por errar con el acero, habría salido con tres orejas, pero al final demostró que está en muy buen momento, con actitud, raza y un buen concepto del torero. El queretano estuvo por encima de su lote, corriendo la mano con temple y gusto.

Guadalajara (México). Toros de Los Encinos, de juego desigual, destacando 4º y 6º y uno de Marco Garfias (5º), con calidad. FERNANDO OCHOA: Palmas y ovación; CÉSAR JIMÉNEZ: Palmas tras aviso y palmas; EL PAYO: Palmas y palmas tras aviso. Entrada: Un tercio. Incidencias: A la hora del sorteo los apoderados no se pusieron de acuerdo con los lotes, por lo que la autoridad decidió sortear toro por toro.

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