Cuando salió el primero de la tarde al ruedo, se cerró el cielo en Murcia hasta el punto de tener que encender la iluminación artificial de la plaza, se levantó un vendaval y amenazó la tormenta. El público no estaba metido en la corrida y El Juli hacía esfuerzos por dominar la muleta. Comenzó a llover con fuerza y El Juli, lejos de abreviar, esperó el momento en el que el viento le permitió ligar varias series al de Victoriano de Río, que tuvo buena condición aunque le faltaron finales. Su labor fue muy jaleada por el público que aguantó estoico bajo el aguacero, y tras pinchazo y estocada, paseó una oreja.
Brindó El Juli al público su última faena en Murcia. Hizo todo a favor del toro desde el inicio de faena, empujando las embestidas sin exigirlas y ayudándole con las alturas en los cites, pero el victoriano careció de poder, soltó mucho la cara y resultó muy deslucido. Puso voluntad el madrileño, y a pesar de atascarse con el descabello, el público le tributó una gran ovación.
El segundo de la tarde salió manseando y frenándose en el capote de Ureña. Rehuyó la pelea en varas hasta que Juan Melgar le cogió tapándole la salida y en banderillas se movió con feo estilo. Cesó la lluvia, pero el piso quedó evidentemente resbaladizo. Ureña se mostró muy firme y entregado ante un toro que embistió defendiéndose con aspereza en una labor de imposible brillo.
Brindó Paco Ureña la muerte del quinto a Luis Francisco Esplá. El lorquino aprovechó la buena condición del astado para realizar una faena en la que estuvo muy asentado y firme de plantas y que tuvo momentos de muy alta cota. Siempre empujó las embestida por abajo alargando el trazo, en series de gran profundidad. El de Victoriano hizo un par de amagos de querer desistir la pelea y Ureña acortó las distancias para firmar un par de circulares de gran precisión. Tal fue la entrega del de Lorca, que ya con la espada de acero en la mano, se plantó rodillas en tierra para rubricar su obra con una meritoria serie de muletazos en redondo. Mató de casi entera algo desprendida y cortó las dos orejas.
Tras la muerte del segundo, se hizo un pequeño receso para que los areneros reacondicionar el ruedo. Roca Rey recibió al tercero de la tarde con un templado saludo a la verónica y levantó al público con gran quite por gaoneras. Inició su faena de muleta con un pase cambiado de rodillas en los medios, aguantando hasta el final una arrancada que no fue franca. Sin solución de continuidad ligó dos series sobre la mano diestra de excelente y largo trazo. El de Victoriano del Río embistió con gran clase y profundidad y fue a más durante una faena que fue creciendo en intensidad y profundidad. El toreo de Roca Rey tuvo largura, temple, ritmo y una gran profundidad por ambos pitones, formando un auténtico alboroto en los tendidos. La faena fue rotunda, rozando la perfección, sin alaracas, pero de valor sereno ante un gran toro. Unas ajustadas bernadinas precedieron una estocada que le sirvió para pasear los máximos trofeos, y el toro de Victoriano del Río fue premiado con la vuelta al ruedo.
El sexto de la tarde tuvo una embestida un tanto informal. Roca Rey, a base de firmeza y seguridad, consiguió imponerse al de Victoriano del Río, aunque le faltó fondo y entrega. Cuando el peruano le apretó de verdad,, el animal se rajó. Acortó las distancias con gran seguridad y mató de una buena estocada.
Murcia. Martes, 12 de septiembre de 2023. Toros de Victoriano del Río. El tercero, de nombre de Asustado, número 79, de 482 kilos, nacido en 03/19, de pelo negro, fue premiado con una vuelta al ruedo. Julián López “el Juli”, oreja y ovación; Paco Ureña, ovación con saludos y dos orejas; y Andrés Roca Rey, dos orejas y rabo y oreja. Entrada: Casi lleno. El Juli saludó una atronadora ovación tras romperse el paseíllo.
