Ahora Perera. Tan en el límite siempre, él y todos los que viven esta profesión. Al día siguiente, Manzanares rozó ese percance grave al que están expuestos todos los toreros. Todos significa que los de arriba, los más ricos, los más famosos, los más admirados, pueden perderlo todo en un segundo. No sólo ellos, no sólo en plazas supuestamente del toro grande, en Huesca fueron al hule Morante y Rivera Ordóñez, El Juli pasó las de Caín tras Sevilla… Todos los de arriba han pasado por ese instante de buena o de mala suerte en esta profesión en la que se llama buena suerte a salir ileso o vivo después de una cornada, una cogida fea.
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