La cornada de Morante en Huesca ha disparado todas las alarmas de la canícula taurina. Dada la importancia de las heridas que ha sufrido, la recuperación se prevé lenta, por lo que el torero de La Puebla es posible que no pueda reaparecer hasta el mes de septiembre, si no surgen indeseadas complicaciones en su curación. Esa posibilidad mantiene en tensión a las empresas con ferias agosteñas, en muchas de las cuales está anunciado. Dado que Morante no es de los que se precipitan y muy bien que hace, porque eso es una muestra de su respeto a sí mismo, a su profesión y a los aficionados, no es previsible que se vista de luces hasta que la pierna en la que ha sufrido tan grandes destrozos esté fortalecida al cien por cien. Y eso puede requerir todo el mes de agosto.
