La ganadería de Cuadri es la protagonista del nuevo opus de Tierras Taurinas. El opus 15 de la obra de André Viard está dedicado al heredero espiritual de los grandes ganaderos del siglo XIX, Fernando Cuadri, en memoria de su padre don Celestino y en representación de su familia, perpetúa una filosofía que aportó a la Fiesta sus credenciales más gloriosos, mientras que en el mundo ganadero se ha puesto de moda una forma penosa de crianza del toro moderno, obediente y sumiso, que "sirve" para que el torero pueda expresarse a gusto.
Sin proponérselo, pero sin dudarlo tampoco, la ganadería de Cuadri emerge pues como la ganadería antisistema por antonomasia, con su sempiterna búsqueda de casta y su forma de crianza extensiva, paradigmas de cualquier organización ecologista si no fueran anti taurinos. A todo esto, hay que sumar un dato más personal: detalle poco frecuente en este mundo tan celoso de sus secretos,Fernando Cuadri habla con el corazón abierto. Y lo hace con tanta generosidad, bondad, inteligencia, humildad y, a la vez, con tanta fuerza de convicción que, una vez más, el viejo refrán se cumple: los toros de Cuadri se parecen a su ganadero, incluso cuando a veces alguno sale duro en exceso. Es entonces cuando asoma la vocación inflexible de Fernando de seguir su propio camino, y su voluntad inapelable, cortés y educada a la par, de no rendirse nunca ante el sistema.

