Curro Romero, proclamado "Faraón de Triana"

Curro Romero fue proclamado Faraón de Triana durante el acto que abrió los días de la Velá de Santiago y Santa Ana, Fiesta Mayor de Sevilla, los días ‘señalaítos’ del mítico barrio sevillano, que en la noche del domingo quedaron inaugurados en el hotel Triana.

Triana proclamó a Curro como Hijo Adoptivo del barrio en un acto de largo metraje. El alcalde de la ciudad, Juan Espadas, le entregó personalmente el nombramiento. El torero acudió al hotel Triana acompañado por su esposa Carmen Tello. Curro se emocionó ante la manifestación de fervor y cariño de todos los presentes. No se trata de un galardón más, porque Triana está dentro de todo lo que Curro Romero ha simbolizado como torero y como persona.

Si Camas, como dice el maestro Antonio Burgos, acaba en Triana, Curro es un Faraón nacido en Triana, extensión de Camas hacia Sevilla. Como torero se inició con las enseñanzas de Salomón Vargas, vivió en las calles del barrio sus comienzos toreros, en realidad Curro siempre volvió a Triana, bien a la Peña Trianera a jugar al dominó con Juan García, bien a escuchar en la intimidad el desgarro de los flamencos de la Cava de los Gitanos. Allí fraguó su amistad con Curro Puya, Finito de Triana, El Pío, otro camero con tintes trianeros. Como alguien dijo durante la celebración, “mucho ha tardado Curro en ser hijo adoptivo de Triana”. Aunque, quizá, Curro debería ser Hijo Predilecto, porque de hecho siempre ha sido un trianero por su toreo y por sus vivencias. Ahí queda el alegato de Rafael Peralta sobre los toreros de la orilla trianera del Guadalquivir y los de la orilla sevillana. Curro es más trianero que sevillano, más belmontino que chicuelista.

El pregón lo pronunció Carlos Valera, que deleitó a los presentes. Luego se entregaron un gran número de galardones, pero lo que todos esperaban fue la subida al escenario en un nuevo paseíllo de Curro Romero para fundirse definitivamente con el arrabal trianero. Curro ya es Faraón de Triana.