La ganadería de Núñez del Cuvillo lleva asentada varios años en la cumbre de la cabaña brava y el futuro, viendo los toros de salida, no puede ser más esplendoroso. En realidad ya es más que una ganadería, es un encaste propio. Encaste que, eso es innegable, vive de un tiempo a esta parte sus merecidos días de gloria.