Foto: Javier Arroyo.La actualidad taurina de la última semana ha tenido tres nombres propios: Roca Rey, Daniel Luque y Luis Manuel Lozano. En el fondo, todo se estaba cociendo a fuego lento. Al diestro peruano no se le notaba al mismo nivel que otros años, sin poder ocultar que no estaba a gusto en los ruedos. La brutal campaña de Morante de la Puebla ejercía como un eclipse sobre Roca Rey, que acabó explotando en Santander con la sospecha del veto al genio de la Puebla del Río. Comenzó a destaparse entonces esa contienda que parecía camuflada en forma de rivalidad y que acabó mucho peor con las recriminaciones encaradas en el callejón de El Puerto. De aquel encontronazo salió mejor parado el sevillano. La hegemonía se decantaba hacia La Puebla, Morante no solo le había arrebatado a los jóvenes, también le ganó el pulso del beneplácito del aficionado. Ante un sentimiento de frustración, Roca Rey empezó a barruntar cambios importantes a su alrededor, decisión que se activó a finales de septiembre, justo cuando ambos toreros firmaron la paz escenificada con un abrazo en el ruedo de la Maestranza. Aquel día acabó su temporada e inició su nuevo camino.
El cóndor de Perú fue directo a por el fichaje de Luisma Lozano, quien ya había dado algún paso para diseñar la próxima temporada de Daniel Luque. Una llamada que lo cambió todo por completo y lo que sucedió a continuación es bien sabido: Lozano deja a Luque para irse con Roca Rey, quien pretende dar un giro en su carrera para tratar de liderar la tauromaquia en años venideros y sin el muro inquebrantable de Morante. El fichaje de Luisma, si bien podría parecer motivo para el distanciamiento total de Roca Rey y Luque, es más bien todo lo contrario. La negativa del peruano a torear con el de Gerena, que dura ya más de tres temporadas, desde aquella tarde en la que torearon juntos en Palencia en septiembre de 2022, quedará enterrada la próxima temporada 2026. Roca Rey no quiere nada que distraiga al graderío, como se palpa, por ejemplo, cada vez que torea en la Maestranza.
Así, la decisión de compartir carteles con Daniel Luque estaba ya en marcha antes de sellar su apoderamiento con Luisma Lozano, precisamente quien ha llevado con éxito la carrera del diestro de Gerena esta temporada. No se entendería pues que ahora permaneciera vigente el veto a instancias de Lozano. Fin a la hostilidad para iniciarse una competencia en la arena. Las diferencias personales dan paso a la rivalidad profesional con lo que el aficionado saldrá ganando al paladear lo que puede ser uno de los principales reclamos del escalafón en la era postMorante.
