Escribo cuando sólo he visto cuatro tardes de Sevilla y tiempo habrá para sacar conclusiones del ferial de la Maestranza. De lo que sí estoy seguro es que van a pasar cosas importantes. Y que las ferias a veces parecen mejores en el papel anunciador que en la realidad final. Y ahí está el caso de las últimas Fallas en las que, salvo un par de días, la feria fue tremendamente positiva, aunque parecía pobre sobre el papel.
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