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David de Miranda: el toreo en modo alerta

Una tarde en Málaga, esa es la grandeza del toreo, en tan solo diez minutos de apasionada entrega, no más ni tampoco menos, puso al toreo en modo alerta. ¿Qué ha pasado, quién es, qué ha hecho?...

-Me halaga. Es lo que uno persigue. Eso y que te respeten como torero. Ahora hay que seguir, quiero más.

-Todo el mundo habla del valor de este De Miranda.

-Es un ambiente que me llega y me preocupa porque la verdad es que paso mucho miedo y no puedo defraudar.

-El miedo, ¡vaya compañero en la plaza!

-No reniego de él. El miedo es necesario para rebuscar en tu interior. Es una vía para sacar lo que uno lleva dentro.

-Explícame eso.

-El miedo te puede atenazar e incapacitarte, pero también puede hacer que la adrenalina que genera te saque expresiones y sentimientos que de otra manera no aflorarían. El toreo es un arte muy pasional y lo es entre otras cosas porque expresa, porque va acompañado de un sentimiento.

-Le estamos dando mucha cancha al miedo y seguramente no es lo que se espera después de verte en la plaza.

-Yo paso mucho precisamente porque sé a lo que salgo a la plaza, a jugarme la vida.

-Siempre se dijo que el valor hay que administrarlo.

-Siempre escuché a los maestros que por los agujeros de las cornadas se escapa el valor. Y creo que es verdad, las cogidas quitan seguridad y sitio. Espero saber dosificarlo y que el poco valor que tenga me sirva para ponerme donde uno sueña ponerse desde hace tantos años.

Foto: Arjona

-Si se dice que en Málaga hasta asustaste al miedo, a lo mejor es que más que el valor lo que te empuja es la ambición.

-Junto al miedo comparecen otros factores. Está el compromiso, está la disposición, porque puede que tengas valor, pero esa tarde no estás dispuesto y entonces…

-¿Dispuesto a qué?

-A entregarte, a morir. Es así, literalmente. Uno sabe la situación en que está, a la que quiere llegar y de la que quiere salir y ante ese compromiso te juegas la vida.

"El miedo te puede atenazar e incapacitarte, pero también puede que te saque expresiones y sentimientos que de otra manera no aflorarían"

-¿Es lo que pasó en Málaga?

-Ese día se reunieron todos los factores ante un toro que no me lo puso fácil. Fue un toro con complicaciones e intenté buscarle las virtudes. No humillaba, no se entregaba, pero tenía nobleza y sobre ella monté la faena de las dos orejas. Había que aguantarle aquellas miradas altivas, miradas directamente al pecho que eran la mar de amenazantes, pero cuando se las aguantaba te respondía con nobleza y ahí insistí.

-Y al día siguiente vas a comprar los periódicos y ves que te han sentado junto a toreros tan grandes como Ojeda. Entiendo que tales comparaciones son como para darte vértigo.

-Y me lo dio. Comparaciones así me enorgullecen, pero a la vez me llenan de responsabilidad. Ahora hay que mantener ese nivel. Estar a la altura de maestros así es algo que me preocupa y me responsabiliza. Espero que ese reto saque lo mejor de mí.

"El toro de Málaga tenía complicaciones e intenté buscarle las virtudes. No humillaba, no se entregaba, pero tenía nobleza y sobre ella monté la faena"

Lo vi en la tele y reconozco que me puse en ese modo de alerta que comentaba. Un tipo especial, pensé. Y me reafirmo en ello después de esta charla. Se lo presento. Más que firme, hierático como el mástil de una carabela de su Huelva natal; entiendo después de escucharle que dispuesto a resistir los embates de cuantas tempestades sistémicas se interpongan en su navegar; en su plan de viaje un rumbo fijo (e irrenunciable) no hay más puerto que el del éxito; resiliente al paso del tiempo como ya se ha demostrado, convencido de que llegar llegará; ajeno a las lisonjas, no le vayan a distraer… Ha sido noticia en el último tramo de la temporada. El toreo entero se puso en modo ¿qué ha pasado?... Sucedió, pasó, en Málaga, ese día el destino hizo clic y De Miranda avistó la ansiada tierra prometida ¡feriaaa a la vista! Se desbordaron las expectativas, en realidad nada definitivo dado lo anquilosado que está el sistema. Nada que le aconseje arriar su disposición y no lo va a hacer, ahí está Linares y sus sucesivas actuaciones como ejemplo de su persistencia: la misma firmeza, la misma disposición, el mismo efecto, las expectativas desbordadas…. Y aun así tiene la agenda prácticamente virgen de compromisos a la espera de que suene el teléfono o lo que es más triste, que caiga un compañero y se acuerden de él. Es el "caso De Miranda".

Tras sus últimos triunfos e incluyo la Puerta del Príncipe del mes de abril, vivió su situación de falta de contratos con serenidad. Viajó a Venezuela y más recientemente a Perú, plan que en el mes de septiembre no es el más ilusionante, pero primero viajero que parado y no tenía un solo contrato en España a la espera de alguna sustitución, que por cierto y afortunadamente (para él) salieron, en Linares sustituyendo al maestro Morante, en Bayona a Roca Rey, de nuevo a Morante en Almería y en Muro; y más tarde llegaron las llamadas para sustituir a Manzanares en Pozoblanco y en Sevilla; y a Morante en Lima.

-Cuesta salir de España en estos meses, pero los empresarios de Tovar fueron los primeros que me llamaron tras el triunfo de la Puerta del Príncipe, así que agradecido.

"El toreo es un arte muy pasional y una profesión mágica que te puede cambiar la vida en diez minutos"

-Visto lo visto se puede decir que han cambiado más las crónicas que los empresarios.

-La tarde de la Puerta del Príncipe era mi última corrida de la temporada, no tenía nada más y ahora llevo diecinueve corridas  -en el momento de la entrevista- que no es una cifra fácil de alcanzar, aunque sí es verdad que me hubiese gustado torearlas directamente, estar en los carteles y no entrar por la vía de las sustituciones, pero bueno...

-Es evidente que la Puerta del Príncipe ya no abre tantas puertas como en otros tiempos ni como cabría suponer, ni como sería justo.

-Lamentablemente es así. En la única feria que entré directamente tras la Puerta del Príncipe fue en Málaga. Y claro, uno, tras un triunfo así, espera otra repercusión. Cuando ves que no la tiene es difícil de afrontar.

-¿Y en ese caso?

-En ese caso puedes aburrirte o asumir que todavía tienes que sacar más de ti, entregarte más y es lo que he intentado hacer. El triunfo de Málaga sí ha tenido la repercusión que creo que deben tener los grandes triunfos.

De Miranda tomó la alternativa en su Huelva natal, en agosto de 2016, con José Tomás como padrino y López Simón como testigo. Desde entonces, diez temporadas, ha sumado ciento quince corridas, que no son pocas, pero tampoco muchas teniendo en cuenta que en ese tiempo hubo triunfos de resonancia como el que alcanzó en 2019 la tarde de la confirmación en Madrid en la que abrió la puerta grande. No solo el sistema o los modos empresariales del momento tienen responsabilidad en el tema, la maldita pandemia le puso un doloroso paréntesis a su carrera en un momento que se antojaba crucial.

-Ese año se presentaba muy ilusionante, llegué a estar anunciado en los carteles de Fallas y de Sevilla, pero todo se vino abajo con la pandemia. Luego cuando volvimos a la normalidad todos aquellos méritos como que cayeron en el olvido.

Foto: Arjona

SERENIDAD EN LO DIFÍCIL

Madrid, Huelva reiteradamente, hasta doce veces se lo llevaron en volandas, Sevilla, Málaga, Linares, son algunas de las puertas grande más relevantes que ha conseguido abrir además de acumular otros éxitos y faenas de dos orejas en Nimes y en la misma Sevilla, cuadro de honor a la espera de otras grandes plazas como Valencia o Bilbao donde todavía sueña con debutar. Nada que no afronte con serenidad e ilusión. En De Miranda no parece que haya sitio para el cabreo o la frustración o al menos no lo parece, y en lo difícil reacciona pausado, como ante el toro.

-Hay que insistir, espero seguir dando motivos para estar ahí.

-Ninguno de esos éxitos, incluido el de Madrid, tuvieron repercusión a la hora de armar las temporadas, ninguno tuvo la resonancia del alcanzado en Málaga.

-Es verdad y no sabría decirte el motivo. El eco de Málaga lo siento a diario en la calle, también al llegar a las plazas, incluso en la vuelta al ruedo de Linares había aficionados que me lo recordaban. Confío en que esta vez sí sirva para posicionarme en el lugar que aspiro.

- ¿Cuál es ese lugar?

-Estar, tener un sitio en las principales ferias de España.

-¿Sueñas con mandar?

-Claro. Mandar significa ser figura del toreo y uno es torero para ser figura.

-Esto es más difícil de lo que esperabas.

-Bueno… el toreo es muy difícil y desde que comienzas eres consciente de ello. Eso se siente. Tienes que afrontar muchos obstáculos, percances, despachos, alguna incomprensión, cuestiones que no son fáciles de gestionar…

-¿Y lo aceptas?

-Yo no es que lo vea normal pero lo interiorizas y lo asumes. No es fácil abrir las puertas de las ferias, ni llevar gente a las plazas si no es con figuras del toreo y ante eso la postura de los empresarios es la que es. Los toreros jóvenes somos necesarios, pero no es fácil que te abran las puertas, aunque si lo luchas y lo persigues estoy convencido de que se acaba consiguiendo.

"En la búsqueda de la pureza cuando no me salen las cosas no soy capaz de mentir, cosa que puede ser necesario para el triunfo"

-¿Alguna vez llegaste a pensar si lo sé no vengo?

-Nunca. El toreo es una profesión mágica que te puede cambiar la vida en diez minutos.

-Ya, pero hasta entonces...

-Hay que insistir. Es verdad que cuando llegan los triunfos queremos ver los resultados de un día para otro, pero hay circunstancias que pueden frenar ese efecto. O no estas maduro o llega la pandemia o no tienes la continuidad necesaria, influyen muchos factores… A mí me llega ahora de nuevo la oportunidad, vuelve a pasar el tren del éxito por delante de mí y espero esta vez poder subirme para quedarme. 

-Entiendo de tu respuesta que asumes responsabilidades propias, que tienes sentido de la autocrítica…

-En la autocrítica que dices, en exigirme a mí mismo, es como me ha ido bien. Yo me mantengo en esa postura de confianza. Hay gente que me comenta y me pregunta cómo he hecho para no venirme abajo y no aburrirme en este tiempo, pues así. A mí lo que me preocupa es hacer lo que está en mi mano, hablar con la espada y la muleta. Mantener la buena actitud que debe tener quien quiere ser figura del toreo. Y a partir de eso estoy convencido de que llegaran los triunfos y los contratos.

Se define como un chico de Trigueros, perteneciente a una familia trabajadora, “humilde y sencilla” remacha, al que la afición al toro le llegó por su tío abuelo que tiene una punta de vacas bravas en el pueblo. “Gracias a él me entró la afición. Pasaba los veranos con él, asistía a los herraderos, a los tentaderos… Ahí me entró el gusanillo” y en cuanto surgió la ocasión participó en un concurso para noveles, Huelva busca un torero, lo anunciaban, salió triunfador y ya nada le detuvo ni siquiera la resistencia de la familia que en un principio, como en tantos otros casos, pensó que sería un juego, un capricho de niño que se le pasaría, pronóstico que evidentemente erró.

-Nunca había visto toros en la plaza, solo en el campo y en la tele, pero me entró el gusanillo y aquí estoy. Como ves me lo tomé muy en serio y respeté desde el principio aquello de quiero ser torero.

-Era de verdad, con todas las consecuencias.

-Eso.

Foto: Arjona

MÁS QUE EL VALOR

-Nos hemos detenido en el tema del valor, pero… ¿qué tiene David de Miranda más allá del valor?

-Me gusta el toreo puro, no me gusta mentir delante del toro, me gusta hacer el toreo despacio… es lo que persigo. En esa búsqueda de la pureza cuando no me salen las cosas no soy capaz de mentir, cosa que puede ser necesario para el triunfo. En realidad, ni soy capaz ni lo persigo. Intento utilizar el poco valor que tengo para intentar torear bien.

-Muchas veces se dice aquello de este torero tiene cabeza.

-Yo delante del toro me encuentro despejado. Es necesario. Sin la capacidad de pensar sería imposible estar.

-¿En qué has mejorado este año?

-Con la espada. Uno de mis puntos fuertes este año ha sido la espada. He tenido la regularidad que otros años no tuve y eso se nota. La rúbrica de la espada es fundamental para el triunfo.

-En unos momentos en los que tan de moda están los toreros de arte apareces tú, que no digo que no tengas arte, pero no es el mismo registro de los que llaman/llamamos artistas.

-No me catalogan como torero artista, no. Yo me quedo con el toreo de verticalidad, con el toreo de frente, con la pureza como te digo, luego eso de artista o no artista…  mira, el toreo es artista siempre.

-Sí, pero para entendernos a ti no te van a perdonar que un día o dos días… no estés inspirado.

-Ya, sé que me van a exigir. Yo soy un torero que necesito del triunfo, de cortar orejas por lo menos en esta etapa. La ansiedad que genera la necesidad de triunfo condiciona mucho artísticamente. Ves que un toro te va a coger o te va a enganchar la muleta y no soy capaz de engañar, me quedo en ese sitio y en esas circunstancias el arte no fluye. Es un esfuerzo que algunos no lo entienden y otros sí valoran. Hay distintas vías por las que triunfar y hay tardes en las que más que el arte fluye la entrega.

-Aceptado. Ya dijo Pepe Alameda que el toreo puede ser apasionada entrega o graciosa huida.

-Lo compro. Es lo que quería decirte. Son dos vías para llegar a emocionar al público y ambas válidas.

-¿Traes facturas atrasadas?

-No tengo rencor por nada ni a nadie. Siempre tuve claro que el triunfo dependía de mí, de lo que fuese capaz de dar. En esta profesión se sabe que nadie te regala nada y estamos aquí porque queremos. El toro no me debe nada, al contrario, echo la vista atrás y veo cosas que he conseguido gracias al toro que ni me imaginaba.

Para poner en valor la trayectoria de De Miranda, no sería justo obviar el mal recuerdo de un percance gravísimo en 2017 casi a la vez que perdió a su padre, coincidencia que todavía lo endureció todo más. Sucedió en Toro, una lesión medular que le tuvo prácticamente un año sin poder torear, que superó tras una durísima rehabilitación. Un mal trago que él califica como piedras que la vida te pone en el camino.

-Me cogió muy nuevo y si no sabes por qué te ha cogido cuesta mucho superarlo, no lo entiendes. Y no son solo las secuelas físicas sino también la psicológicas. Al final si eres capaz de sobreponerte, esos trances te fortalecen.

-¿Tú llegaste al toro buscando pasta, posición social, fama…?

-En principio solo buscaba hacer realidad un sueño. Luego todo eso que dices son motivaciones añadidas. Si estás tieso el dinero es un incentivo, claro. La fama quizá fuese lo que menos me motivaba. Yo lo que en realidad perseguía era sentirme pleno y feliz en la vida y toreando lo conseguía.

"Delante del toro me encuentro despejado. Es necesario. Sin la capacidad de pensar sería imposible estar"

-Has ganado mucha pasta.

-He tenido la suerte de vivir del toro desde que tomé la alternativa, pero sigo pagando mi hipoteca.

-Eres el torero de Huelva.

-Hay otros compañeros, Conquero, Silvera… pero valorando la posición en el escalafón, sí, soy yo.

-Eso ayuda.

-Huelva en mi carrera ha sido un pilar clave. Se entregaron conmigo, no me faltaron corridas, me mantuvieron en el circuito, pude compartir cartel con las figuras… me dio mucho. Huelva ha sido fundamental, me mantuvo en el foco y me ayudaba a resistir y a seguir luchando.

-¿Socializas mucho?

-Poco, aunque siempre que me requieren acudo a los actos y me gusta dejarme ver. Se me quiere y es bonito sentir el cariño de la gente.

En la lidia de las supersticiones asegura que anda fácil desde que entendió que condicionan más que otra cosa, que quitan más que dan.

-Cuando he tenido alguna he intentado evitarla porque creo que lo que esté de Dios pasará hagas lo que hagas.

-¿Religioso?

-Sí, no practico mucho pero sí creo y me pongo en las manos de Dios cada tarde.

-¿Qué referentes taurinos has tenido?

-Muchos, todos. Vivimos una época de grandes figuras y con las tecnologías actuales podemos empaparnos de todas las figuras anteriores. Sí tengo que decir que tuve la suerte de convivir mucho en los últimos años de su vida con Manolo Cortés y fue una etapa muy bonita que recuerdo con mucho cariño.

-Gran torero.

-Desde luego. Tenía una torería innata, con una sensibilidad muy especial en las yemas de los dedos que le hacían mover los trastos con un gusto muy especial.

-A propósito del buen gusto: ¿un color?

-En una primera etapa y no sé por qué me gustaban los oscuros, el marino, el pizarra… y ahora me ha dado por los claros. Este año estrené un rosa, rosa mejicano me dijo el sastre que era. Cada año me hacía un vestido que estrenaba en Huelva.

-El próximo tendrás que encargarte alguno más.

-Eso espero.

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David de Miranda: el toreo en modo alerta

José Luis Benlloch

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