CÁDIZ

David de Miranda se reivindica entre figuras en La Línea

Juan Luis Adrada
viernes 18 de julio de 2025
El onubense aprovecha el mejor lote -y la sustitución- de una corrida poco propicia al triunfo para llevarse un botín de cuatro orejas

La tarde no tuvo el arranque soñado ni para los tendidos ni para Morante de la Puebla dado que Limeño, marcado con el hierro de San Pelayo, salió ya con las fuerzas medidas y, en consecuencia, una embestida carente de transmisión además de deslucida. Apenas pudo esbozar algún natural suelto acompañado de algún airoso molinete más allá del arranque de faena por ayudaos por alto. Media trasera y golpe de cruceta acabaron con este primer capítulo. Palmas para Morante y pitos para el toro.

Esforzada fue la labor de Talavante con Esmeraldo, también de San Pelayo, que tuvo buena condición por el lado izquierdo por donde el torero firmó tres series de gran calado, y un pitón derecho por donde no perdía pista de los muslos de Talavante. No fue cómodo, el viento molestó lo suyo, pero ligó naturales hondos y profundos con manos bajas. Cerró con una tanda por el derecho que literalmente se tragó el toro. Se enturbió con la espada el asunto y recogió una ovación.

David de Miranda, que venía sustituyendo al lesionado Marco Pérez, encendió la candela linense ante Botinero, de San Pelayo. En los primeros tercios anduvo buscando tablas de forma constante pero ya en la faena de muleta, David se metió en sus terrenos, bajo los tendidos de la solanera y ahí le exprimió las cualidades positivas que también tenía el toro a base de conseguir que no viera más que muleta. Sacó muletazos en redondo que fueron circulares completos, apurando también las querencias de este Botinero. Hasta en tres ocasiones puso en pie la plaza David. Le dejó los muslos en la cara, mucho valor y mucha exposición. Su situación es para demostrar por qué es triunfador de la feria de abril sevillana y por qué merece coger estas sustituciones, y lo ha puesto caro esta tarde. Dos orejas tras aviso algo empañadas por el uso de la cruceta.

El estado de gracia de Morante fue máximo exponente para lucir a un toro que tuvo de todo menos lucidez. Culebrito pasaba por allí con la cara a media altura sin ir con él la faena pero Morante tiene ese don de saber poner aquello que falta, esas pinceladas de arte con cuajo de buen toreo, porque hubo naturales de trazo largo solamente afeados por la manera de embestir del de San Pelayo. Si bien tuvo una condición aceptable, que fue desplazarse y con ello pudo hilvanar faena José Antonio. Bien es cierto que se picó bastante al toro pero ni por esas se empleó. Una estocada algo caída y el uso de la cruceta digno de elogio con el toro manteniendo la cara alta dejaron su premio en una sonora ovación.

El quinto llevó el hierro de El Capea, pero no hizo cosas muy distintas de sus hermanos. Sin entrega ni, por ende, transmisión, hizo que Talavante pusiera todo para conseguir algo. El exceso de sosería del toro contrastó con la disposición del torero que buscó con la muleta, y hasta con la voz, aderezar aquello como fuera. En definitiva, toreo sin toro y un esfuerzo por agradar incluso en el cierre por manoletinas. Una estocada entera levemente caída fue la rúbrica de su labor y pudo pasear un trofeo concedido al esfuerzo.

A estas alturas, a la salida del sexto, David de Miranda ya se sabía triunfador del festejo, pero no era suficiente. Salió Platillo, el otro con el hierro de El Capea, y lo lanceó acariciándolo con temple a pies juntos. Cumplió en varas y allá que se fue David a firmar un quite por tafalleras sin inmutarse seguidas de gaoneras que volvieron a poner la plaza en pie. En banderillas se vieron obligados a saludar los dos Fernando, Sánchez y Pereyra. Comenzó la faena por estatuarios en un palmo de terreno para que aquello no perdiera intensidad. Toreó muy largo y muy en redondo, muy enroscado, guiando con temple la embestida. Se apagaba el toro y no cesaba el torero, se volvió a montar encima. El hambre de quien ansía estar en las ferias. Las manoletinas finales fueron de escalofrío a pesar de la nobleza del toro. Estoconazo arriba que tumbó a este Platillo e incuestionable premio de las dos orejas con enorme petición de rabo.

La Línea de la Concepción (Cádiz), viernes 18 de julio de 2025. Toros de El Capea (5° y 6°) y San Pelayo. Justos de cara, nobles, sin romper a embestir aunque con opciones 3° y 6°. Morante de la Puebla, palmas y ovación con saludos; Alejandro Talavante, ovación con saludos y oreja tras aviso; y David de Miranda, que sustituyó a Marco Pérez, dos orejas tras aviso y dos orejas con petición de rabo. Entrada: Tres cuartos de plaza.

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