La semana arranca revestida de esperanza. La convocatoria que ha hecho la Unión de Criadores de Toros de Lidia a todos los sectores tiene buena pinta. De entrada, parte de territorio propio, me refiero del propio sector, es reconocible, es abierta, directa en sus enunciados y clara. El primer éxito lo tiene asegurado, ayuda a crear conciencia sobre la realidad que no es buena pero tampoco imposible. De más gordas se ha salido en este país. En Sevilla habrá ocasión para que se escuchen las partes y para que plasmen una estrategia común. Así que quedarán retratados los que quieran meter el hombro en el rescate o llámenle reconversión y los que prefieren enrocarse en sus miserias. Los ganaderos ya hicieron su reconversión -lo comentaba la semana pasada Borja Domecq en Aplausos- y han puesto su oferta en las cifras adecuadas a la realidad, tanto han ajustado que seguramente ya mismo la oferta esté por debajo de la demanda en determinadas plazas y eso les dará ventaja. De tal manera que tienen el crédito de haber sido los únicos sensibles a la realidad tras años de burbuja.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1942
