Del valor incomprendido de Mariscal a la torería de Osornio en Las Ventas

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El primero de Fuente Ymbro -bonito de cara aunque muy cargado del tren delantero- manseó mucho de salida. Diego Bastos se salió con él hacia los medios. Empezó a centrarse el toro en el paso por el caballo y tras el estático quite por gaoneras de Mariscal Ruiz. El novillo desarrolló nobleza en la muleta, Bastos le exigió para sujetarle y logró una tanda más arrebatada. El novillo, que fue a mejor embistiendo por fuera, llegó a pegarle una voltereta a favor de querencia. Pinchazo, estocada que hizo guardia y descabello. Silencio.

Bastos luego hizo el esfuerzo de salir de la enfermería pese a la cornada operada de 10 centímetros y recibió a porta gayola al cuarto, fino de cabos y buena expresión. Con una importante falta de fijeza que se tradujo en embestidas sueltas de calidad en la muleta. Sin terminar de quedarse pero con clase humilladora. En el postre de la faena, en el tendido, cerradito en tablas logró naturales estimables. Se enredó después en redondos de mayor ligazón que calidad. Estocada baja y un descabello. Silencio tras aviso.

Mariscal Ruiz volvía para presentarse con caballos en Madrid después de haberse alzado con el Camino hacia Las Ventas en octubre de 2023. Su intención capotera fue siempre la de mover los brazos con buen estilo. El novillo, muy basto en su complexión, pegó pechugazos sin ton ni son. Se venció mucho en el inicio por estatuarios de Mariscal Ruiz. El sevillano estuvo muy dispuesto y logró muletazos sueltos de excelso trazo. El novillo asumió la derrota ante el poder y verdad de Mariscal. No fue a peor. En una tanda más ligada le levantó los pies del suelo pero le hirió al atracarse de toro en el segundo intento. Silencio tras aviso, pasó a la enfermería por su propio pie.

El quinto fue otro novillo exigente. Mariscal Ruiz, que había estado en la enfermería dolorido por un puntazo de pronóstico reservado, arrastró la pierna cada vez que trató de salir corriendo detrás del novillo. No rompió en ningún momento el de Fuente Ymbro, que resultó informal en su noble comportamiento. Mariscal Ruiz estuvo muy dispuesto hasta el punto de ser volteado al atropellar la razón quedándose demasiado cerca. Al caer se apoyó en el lomo cortándose la mano derecha con una banderilla. Pese al dolor y la mano ensangrentada, logró una buena estocada. No gustó el largometraje de la faena ni un desplante a cuerpo limpio. Saludos tras aviso.

El tercero fue un novillo cornidelantero, de poca clase en su comportamiento y demasiada alzada. En los primeros tercios se movió sin emplearse. En la muleta fue exigente y poco agradecido al esfuerzo de Emiliano Osornio, que se presentó dejando patente sus muy buenas maneras. Con inteligencia le dio siempre sitio para aprovechar inercias y lo tumbó de un espadazo muy habilidoso. Palmas.

Cerró la tarde un novillo que vino a apuntalar el aire deslucido del encierro. De buenas hechuras y expresión pero carente de fuerza y de transmisión. Emiliano Osornio volvió a desplegar gusto, tanto en un quite por delantales como en detalles de muchos quilates en la faena. Torero con capacidad y recursos que merece más oportunidades. Dando el pecho, cargando la suerte y con compás en todo lo ejecutado. Pinchazo y estocada. Palmas de despedida.

Madrid, domingo 30 de marzo de 2025. Novillos de Fuente Ymbro, bien presentados y deslucidos en su conjunto, de mayores complicaciones el tercero. Diego Bastos, silencio tras aviso y silencio; Mariscal Ruiz, silencio tras aviso y ovación tras aviso; y Emiliano Osornio, palmas en su lote. Entrada: Un tercio.

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