Se gustó Borja Jiménez en los lances de recibo al primer victorino, que blandeó al salir del caballo en la suerte de varas. El maestro Juan Antonio Ruiz Espartaco le cedió los trastos como padrino de lujo de una simbólica confirmación con su hermano Javier como testigo. comenzó la faena doblándose con torería al hilo de las tablas para luego sacárselo y continuar sobre la derecha y luego al natural ante un toro justo de fuerza que derrotaba al final de cada pase y con el que no tuvo opción. Lo pasaportó de una estocada y hubo silencio.
Fue complicado y áspero el segundo de Victorino Martín, que venía midiendo al torero sevillano. Se esforzó Borja en una labor de mérito que sin embargo no tuvo eco.
El tercero reponía pero se empleó en la muleta. A base de temple, Borja Jiménez le fue sacando naturales templados de buena factura. Por culpa del descabello se quedó sin el premio que merecía. Palmas tras aviso.
No tuvo suerte Borja tampoco con el blando cuarto, que mostró debilidad en cada pase, provocando las protestas del público, y con el que no tuvo opción el diestro sevillano. Tampoco con el muy flojo quinto, al que mimó el torero sevillano, pero ni con esas hubo nada que hacer.
El enfado y la decepción del público se hizo notar en el que cerró la gesta de Borja Jiménez, un toro que no tenía un pase, por lo que el sevillano se fue a por la espada desatando una fuerte bronca al perfilarse con la espada. Eso hizo que Borja mostrara la peligrosa condición del victorino.
Nimes (Francia). Lunes, 9 de junio de 2025. Vespertina. Toros de Victorino Martín, algunos flojos y todos deslucidos. Borja Jiménez, como único espada, silencio, silencio, palmas tras aviso, silencio y silencio. Entrada: Más de tres cuartos.