La tarde tuvo un protagonista claro, el toro, en este caso el novillo, además con mayúsculas. Era una novillada pero lo que salió por chiqueros en Valdetorres sale en muchas plazas como corrida de toros y no lo protesta nadie. El primero y el quinto murieron con la boca cerrada. Y sobre todo volvió algo que se echa en falta: la emoción.
Con esta materia prima, los tres novilleros estuvieron más que dignos, cada uno en su estilo. Diego García, cada día más hecho, solventó los problemas y muchos, de los que el público no vio, en su primero y superó una papeleta realmente difícil. Pero volvió la tortilla en el cuarto donde consiguió pasajes interesantes por ambos pitones, destacando el manejo con la izquierda.
La tarde de Burdiel fue casi calcada a la de su compañero, con un primero muy difícil, tragando alguna colada. Estuvo en su sitio. En el quinto mostró buen manejo del capote y buen trasteo muleteril, tuvo detalles de buen gusto y torería, y cobró una buena estocada.
Juan Herrero lo hizo al revés que los compañeros de terna. Espoleado por los compañeros tuvo en su primer oponente un buen colaborador para sacar pases por ambos pitones, con pasajes de calidad, mejor siempre con la mano diestra, pero la inquina vino en el sexto, un novillo largo y alto, zancudo y con ese deje que los toros tienen. Intentó todo pero el cárdeno no estaba por la labor y sobre todo la espada estaba poco afilada, escuchó dos avisos.
Valdetorres de Jarama (Madrid). Viernes 16 de septiembre de 2022. Novillos de Fernando Guzman (1º y 6º), San Isidro (2º), Toros de Tenorio (3º) y Los Eulogios (4º y 5º). Muy bien presentados en general. El segundo, con peligro. El tercero, más manejable, y cuarto y quinto, con casta. Diego García, ovación con saludos y oreja; Álvaro Burdiel, ovación con saludos y oreja; y Juan Herrero, oreja y silencio tras dos avisos. Entrada: Media plaza. Diego García se marchó de la plaza tras la muerte del quinto para poder torear este sábado por la mañana en Nimes.
