Con la decisión y el hambre de un novillero pero dejando la sensación de torero preparado y cuajado. Así se mostró Mario Alcalde en la tarde de su regreso a Las Ventas tras la cornada del pasado mes de septiembre. Fondo, recursos y personalidad, su toreo mostró una dimensión mayor y sobre el ruedo madrileño exhibió las armas de un concepto académico y de la escuela más clásica.
- “A José Tomás, Juli o Morante, una oreja más o menos no les pasa nada pero a los novilleros nos hace mucho daño”
(Foto: Javier Arroyo)
