Sensibilidad y pasión por el toro bravo, por la clase, por la calidad acompasada de cada uno de sus ejemplares, esas son las señas de identidad de una ganadería con solera y con sello. Ritmo, suavidad y profundidad en sus acometidas. Belleza, sugestión, buena conformación en sus hechuras. Ignacio González tiene las ideas claras. Busca en sus 250 vacas y 14 sementales lo mejor de núñez y lo más brillante de la alquimia que posee de origen Torrestrella. Sin prisas pero sin pausa, guiado por el talento que da la sabiduría. Una ganadería fiable que triunfó en 2012 en Jerez, Torrejón y El Puerto.
- “El toro tiene que ir metido en la muleta y no perder nunca ni el galope ni el compás ni la fijeza; ese toro es una maravilla”
- “Selecciono mucho. Lo que más me importa es tener las camadas armónicas y bonitas. En esta casa no sirve el toro feo”
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(Foto: Arjona)
