La pincelada del director

Dolor y rumores

José Luis Benlloch
domingo 18 de enero de 2015

Correlativamente con los sucesos de Francia, las acusaciones de violencia con las que nos quieren estigmatizar a los aficionados no pasan de ser auténticas boutades. Violencia es eso. Violencia es intolerancia e intolerancia es el camino a la violencia, van de la mano.

Convulsión internacional, el mundo boca abajo por la amenaza terrorista, tan­ta muerte, tanto horror, tantos va­lo­res violados, tanta sinrazón, acon­go­ja y sonroja a la especie humana. O debería. Nuestra querida Francia, el otro gran país taurino, cuna y crisol de culturas, encañonada por el fanatismo. En ese marco a la hora de escribir esta columna los problemas de supervivencia como los que sufre el toreo quedan a un lado de la realidad, lo que no quiere decir que no sean problemas, que lo son y gordos, para el mismo toreo y para todos cuantos viven o amamos el toreo. En cualquier caso, nada comparable al drama de la intolerancia en el mundo. Correlativamente con los sucesos de Francia, las acusaciones de violencia con las que nos quieren estigmatizar a los aficionados no pasan de ser auténticas boutades. Violencia es eso. Violencia es intolerancia e intolerancia es el camino a la violencia, van de la mano, dicho sea a modo de reflexión ante quienes no admiten la existencia de la Tauromaquia ni por ende de los aficionados a los toros. Así que ante corrientes ideológicas de esa calaña hay que tentarse las ropas. Que se lo pregunten a los amigos franceses, me refiero ahora a los amigos franceses aficionados al toreo que la sufren. Empiezan tirando un molotov a la casa de un crítico taurino y nadie sabe dónde se puede acabar. El abrazo de quienes hacemos Aplausos a cuantos sufren el drama de la intolerancia que en realidad somos todos.

En lo estrictamente taurino a falta de noticias de peso en el toreo manda la rumorología. Los hay de todos los colores. Las grandes incógnitas se despejan poco a poco o no se despejan de momento. La misma concesión de la plaza de Valencia sigue avanzando en su proceso administrativo con más estaciones que un cercanías, tantas que en tiempo en que habitualmente estaban vendiendo abonos, este año están a falta de una sesión plenaria que ratifique al único ofertante. La presencia de cuatro de los cinco ausentes de Sevilla, otro de los temas recurrentes del invierno, sigue donde estaba la semana anterior y la otra y la otra, exactamente en las nubes de tal manera que si alguien dice, dice por decir. De la cumbre de Sevilla que tanta ilusión despertó en el páramo taurino, más de lo mismo, nadie supo nada más, así que de las soluciones a su acertado análisis nada se sabe. De la financiación que reclamábamos en esta columna la semana pasada para poder crear órganos de gestión y planeamiento, aún se sabe menos. De aquel proyecto del ministro Wert que con tanto boato se revistió y del que se esperaban medidas y soluciones al acabar las navidades, para que diese tiempo a aplicar los correctores necesarios decíamos, antes de que comenzase la temporada de 2014, no es una errata ¡antes de que comenzase la temporada 2014!, de ese aún se sabe menos, en realidad nada más allá de que trabajan (¿?) en la redacción de un reglamento por si las comunidades autónomas que tienen el suyo considerasen adoptarlo. Tendría que ser casualidad que el convocante de Sevilla, señor Núñez, participe en el plan de Wert, si no fuese casualidad sería para preocuparse de verdad. Abruma tanta eficacia, tanta operatividad si me permiten el sarcasmo.

Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1946

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